Estados Unidos avanza en el desarrollo de la “Cúpula de Oro”, un ambicioso sistema de defensa antiaérea impulsado por el presidente Donald Trump y diseñado para proteger el territorio nacional contra misiles balísticos intercontinentales, hipersónicos y de crucero.
De acuerdo con información obtenida por Reuters a través de una presentación oficial, el proyecto contará con cuatro capas de protección aérea, una de ellas basada en satélites y las otras tres en tierra. En este esquema se contempla la instalación de 11 baterías de corto alcance distribuidas en el territorio continental, Alaska y Hawái.
El costo estimado asciende a 175.000 millones de dólares, aunque las autoridades reconocen que la arquitectura del sistema aún no está completamente definida. No se ha determinado el número exacto de lanzadores, interceptores, estaciones terrestres y sitios de misiles que integrarán la red, lo que genera incertidumbre sobre su implementación final.
Fuentes gubernamentales señalan que, aunque el presupuesto es elevado, el plan todavía carece de una definición precisa de costos y alcances, lo que podría retrasar su ejecución.
La iniciativa se inspira en la Cúpula de Hierro de Israel, reconocida por su capacidad para neutralizar amenazas aéreas. Trump emitió una orden ejecutiva en enero para acelerar el desarrollo de este sistema, destacando su papel como un escudo estratégico frente a potenciales ataques y dejando en segundo plano consideraciones políticas.
Se proyecta que la Cúpula de Oro esté operativa para el año 2045, aunque expertos advierten que el precio final probablemente superará la estimación inicial.
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