La senadora del PAN, Lilly Téllez, volvió a generar controversia al responder a los señalamientos de la presidenta Claudia Sheinbaum, tras su participación en una entrevista con Fox News, donde abordó la crisis del narcotráfico en México con un enfoque que ha sido interpretado por diversos sectores como una solicitud de intervención extranjera.
Durante su conferencia matutina del 21 de agosto, Sheinbaum advirtió sobre la gravedad de que una representante del Senado recurra a medios internacionales para exponer asuntos internos del país, particularmente con una narrativa que podría justificar injerencias externas. Desde su perspectiva, este tipo de actos remiten a momentos históricos en los que actores conservadores atentaron contra la soberanía nacional.
En lugar de matizar su postura o abrir un diálogo dentro de las instituciones mexicanas, Téllez decidió responder desde territorio estadounidense, grabando un video frente a las instalaciones de Fox News. En su mensaje, reiteró su intención de seguir llevando denuncias fuera del país, insistiendo en que su labor como senadora le permite actuar más allá de las fronteras nacionales.
Su actuación ha sido duramente criticada por analistas y legisladores, quienes consideran que usar medios extranjeros para atacar al gobierno mexicano cruza una línea peligrosa. Lejos de buscar una solución dentro del marco legal nacional, Téllez parece optar por una estrategia de confrontación permanente, con un tono que polariza el debate público y mina la confianza en las instituciones mexicanas.
Además, la senadora acusa sin pruebas contundentes a miembros del gobierno de estar vinculados al narcotráfico, lo que ha generado cuestionamientos sobre el uso de este tipo de señalamientos con fines políticos. Aunque asegura que actúa por patriotismo, sus métodos han sido tachados por críticos como irresponsables y oportunistas.
La senadora sonorense ha construido una narrativa en la que se presenta como una figura solitaria enfrentando al sistema, pero para muchos observadores, su estilo combativo no contribuye a un debate democrático, sino que alimenta discursos que pueden dañar la imagen internacional del país.
En medio de un contexto político polarizado, la insistencia de Lilly Téllez en llevar sus denuncias a medios extranjeros plantea serias dudas sobre sus prioridades como legisladora y sobre los efectos de sus acciones en la estabilidad política nacional.
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