El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó este viernes un mensaje de firmeza frente a Estados Unidos al asegurar que “nadie tocará a Venezuela”, luego de que Washington anunciara el despliegue de una fuerza militar en el sur del mar Caribe, cerca de aguas venezolanas, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
En un acto oficial de defensa de la soberanía, el mandatario llamó a cerrar filas en torno a la nación:
“No es tiempo de diferencias políticas ni de colores. Una sola bandera nos cobija […] y esta patria es inexpugnable. Nadie tocará a Venezuela. Que lo oiga el que quiera oírlo: Venezuela se respeta”.
La declaración se inscribe en una estrategia del Gobierno venezolano que interpreta la presencia militar estadounidense como una amenaza directa. A inicios de semana, Maduro ordenó la movilización de 4,5 millones de milicianos y el jueves convocó a una jornada masiva de alistamiento para enfrentar cualquier eventualidad.
Apoyos internacionales
La postura de Caracas recibió respaldo desde América Latina y el Caribe. México, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Colombia, junto con los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), se pronunciaron contra cualquier intervención militar extranjera en la región.
El respaldo también vino de potencias extrarregionales. China advirtió que se opone a cualquier acción que viole la Carta de la ONU y subrayó su rechazo al uso de la fuerza como instrumento de presión internacional. “Esperamos que EE.UU. tome más medidas que contribuyan a la paz y la seguridad en América Latina y el Caribe”, declaró la portavoz de la Cancillería, Mao Ning.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, expresó apoyo a Caracas frente a las presiones externas y reiteró la solidaridad de Moscú con los esfuerzos venezolanos para preservar su soberanía y estabilidad institucional.
La escalada verbal entre Caracas y Washington vuelve a tensar el tablero regional, donde el discurso de defensa nacional de Maduro se entrelaza con un delicado pulso geopolítico en el que confluyen alianzas latinoamericanas y apoyos estratégicos de China y Rusia.
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