BEIRUT, Líbano, 26 DE AGOSTO DE 2025. El empresario Tom Barrack, enviado de Donald Trump a Líbano encargado de promover la agenda israelí del desarme total Hezbollah y preferentemente de toda la nación gobernada por Joseph Khalil Aoun, desató una tormenta al inicio de una conferencia de prensa en Beirut.
En una muestra de total desconocimiento de las formas protocolares, Barrack –sin experiencia diplomática reconocida anterior a su cargo vigente- se dirigió a los periodistas libaneses con una retórica ofensiva. Los instó a «actuar de forma civilizada» y les advirtió que no se comportaran «como animales» si querían que la conferencia continuara. Sus declaraciones, que además incluyeron una referencia a que el comportamiento de los periodistas reflejaba los problemas de la región, provocaron una ola de indignación y condena inmediata.
«Estar aquí, soportando esta locura»
La terminología que Barrack empleó fue percibida por los periodistas y sindicatos como un insulto directo, con fuertes connotaciones de humillación y racismo. Su falta de tacto se hizo evidente cuando, según informes de Arab News y Naharnet, vinculó la conducta de los reporteros con el conflicto más amplio en el Medio Oriente.
Además, en un momento de notable arrogancia, Barrack cuestionó a los periodistas si creían que era «económicamente beneficioso» para él y su colega, la enviada adjunta Morgan Ortagus, estar allí «soportando esta locura».
Desplante genera condena internacional
La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) de Estados Unidos criticó duramente las declaraciones de Barrack, calificándolas de «arrogantes e inaceptables» y señalando que representaban una «falta de respeto fundamental» hacia la prensa libre. Por su parte, el Club Nacional de Prensa (NPC), con sede en Washington D.C., exigió una disculpa pública inmediata, destacando la importancia de respetar a los periodistas en el ejercicio de su labor profesional.
La Federación Internacional de Periodistas (IFJ) se sumó a las críticas. Emitió un comunicado contundente que denunciaba la «arrogancia y el comportamiento inaceptable» del enviado. La IFJ subrayó que este tipo de comentarios no solo insultaba a los profesionales libaneses, sino que también socavaba los principios de una prensa libre e independiente en todo el mundo. El Sindicato de Editores de Prensa Libanesa también condenó enérgicamente los comentarios y amenazó con un boicot a las futuras visitas de Barrack si no se disculpaba públicamente.
Un Empresario Fuera de la Diplomacia
Tom Barrack hizo fortuna como fundador y director ejecutivo de Colony Capital, una firma buitre de inversión global. A lo largo de su carrera, se ha destacado por su habilidad para adquirir activos económicos desahuciados en los sectores inmobiliario y de hostelería, como la cadena de hoteles Fairmont Raffles.
Sin embargo, su trayectoria profesional se limita estrictamente al mundo de los negocios. No posee ninguna experiencia formal ni credenciales en el ámbito de la diplomacia, las relaciones internacionales o el servicio público. Este incidente en Beirut subraya de manera evidente su absoluta falta de preparación para actuar como representante oficial de un país en el exterior, exhibiendo un total desprecio por el protocolo y la cortesía que demanda cualquier función diplomática.
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