28 DE AGOSTO DE 2025. El cambio climático amenaza el futuro de la niñez en América Latina y el Caribe, advierte un nuevo informe de la ONU. El estudio, Clima, pobreza e infancia: América Latina en Alerta elaborado en Panamá por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), revela una situación grave.
Un escenario optimista pronostica que 5.9 millones de niños y jóvenes más podrían caer en la pobreza. La cifra, sin embargo, se triplica si los gobiernos no cumplen sus promesas de reducir las emisiones. Entonces, casi 18 millones de menores enfrentarán un futuro precario.
Los niños y adolescentes cargan con el mayor peso de esta crisis climática. Sus cuerpos en desarrollo son particularmente vulnerables a fenómenos extremos como ciclones y olas de calor, los cuales, al mismo tiempo, destruyen los medios de vida de sus familias e interrumpen su educación. «Si los niños y jóvenes no tienen los recursos para satisfacer sus necesidades básicas y desarrollar su potencial, y si los sistemas de protección social adecuados no están presentes, las desigualdades de la región se perpetuarán,» declaró Roberto Benes, Director Regional de UNICEF.
Protección sin financiación
Los servicios esenciales para los niños tampoco reciben apoyo. A pesar de su extrema vulnerabilidad, la financiación climática no da prioridad a servicios vitales como la salud, la nutrición, la educación y el agua. Solo un 3.4 por ciento de toda la financiación climática multilateral en la región se destina a los niños, un número alarmante en un momento de recortes y necesidades sin precedentes.
El informe recomienda a los gobiernos actuar con urgencia. Los países deben fortalecer la resiliencia climática de los servicios sociales e infraestructuras, protegiendo así a la niñez, con un enfoque especial en los primeros 1,000 días de vida. Las autoridades también deben aumentar la financiación para políticas climáticas que consideren las necesidades específicas de los niños. Además, es fundamental promover la educación ambiental y climática en las escuelas. Finalmente, los países deben impulsar políticas de protección social adaptables y respuestas de emergencia que tomen en cuenta a los infantes y adolescentes.
FOTOGRAFÍA: CEPAL/ UNICEF