En un nuevo intento por reducir las tensiones bilaterales, el presidente de China, Xi Jinping, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que ambos abordaron diversos temas clave para la relación entre sus países. Según medios oficiales chinos, la charla refleja la voluntad de ambas naciones de avanzar hacia una cooperación mutuamente beneficiosa, con énfasis en la estabilidad económica global.
Uno de los puntos centrales del diálogo fue la situación de TikTok, la popular aplicación de video que sigue bajo el escrutinio del gobierno estadounidense. Aunque no se han revelado detalles precisos, se sabe que la conversación tuvo lugar luego de que ambas delegaciones se reunieran en Madrid, donde acordaron un marco preliminar para permitir que TikTok continúe operando en EE.UU..
La llamada se produce días después de que Trump extendiera por decreto el plazo hasta el 16 de diciembre para que ByteDance —empresa matriz de TikTok— reestructure sus operaciones en EE.UU. o se enfrente a una posible prohibición. El punto más delicado de la negociación sigue siendo el algoritmo de recomendación de la aplicación, considerado por Washington como un componente crítico que debe estar completamente fuera del alcance de Pekín.
Desde el Congreso estadounidense se mantiene la exigencia de que cualquier entidad que opere TikTok en territorio norteamericano esté totalmente separada de la estructura de ByteDance, particularmente en lo que respecta al acceso a datos de usuarios.
Además del tema tecnológico, la conversación también sirvió para abrir la puerta a un próximo encuentro presencial entre ambos mandatarios, que podría darse durante la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), prevista para el 31 de octubre en Corea del Sur. Este posible cara a cara marcaría el primer encuentro directo desde el regreso de Trump a la presidencia.
Xi Jinping, en tono diplomático, manifestó su esperanza de que ambos países encuentren caminos de prosperidad compartida, reconociendo los beneficios que una colaboración estable entre China y EE.UU. puede traer no solo a sus economías, sino al resto del mundo.
Pese a los avances, el contexto de la llamada no es ajeno a nuevas tensiones. En días recientes, autoridades regulatorias de China señalaron a la estadounidense Nvidia por presuntas prácticas anticompetitivas relacionadas con la compra de Mellanox Technologies en 2020. Además, se especula que el gobierno chino ha emitido directrices para que grandes tecnológicas del país frenen la adquisición de chips de inteligencia artificial fabricados por Nvidia, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.
En un contexto donde la rivalidad tecnológica sigue marcando la agenda bilateral, esta conversación representa un esfuerzo estratégico por parte de ambas potencias para mantener abiertos los canales de diálogo y evitar que las diferencias deriven en una nueva escalada.
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