Vladímir Putin expresó la disposición de Rusia a continuar respetando las limitaciones del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) por un año más después de su expiración en 2026, siempre y cuando Estados Unidos adopte una postura similar y evite acciones que alteren el equilibrio estratégico. Así lo manifestó durante una sesión del Consejo de Seguridad ruso, subrayando que cualquier avance dependerá de la conducta de Washington.
El presidente ruso recordó que este tratado ha sido un pilar clave para mantener la estabilidad y previsibilidad en el ámbito nuclear durante casi tres lustros. Para Moscú, abandonar por completo este acuerdo sería un error estratégico, ya que afectaría negativamente al equilibrio internacional y a los principios del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Putin también hizo un llamado a evitar una nueva carrera armamentista, enfatizando la necesidad de mantener una actitud moderada y previsible en el desarrollo de capacidades nucleares. En ese contexto, ordenó a sus agencias estatales reforzar la vigilancia sobre las posibles expansiones del sistema de defensa antimisiles de EE.UU.
Aunque el líder ruso afirmó que su país cuenta con la capacidad técnica y militar para responder a cualquier amenaza, recalcó que la prioridad del Kremlin sigue siendo resolver los conflictos por la vía diplomática.
El Tratado START fue firmado por ambas potencias en 2010 y prorrogado en 2021 por cinco años, estableciendo límites a sus respectivos arsenales nucleares: 700 portadores, 1.550 ojivas nucleares y 800 lanzadores. Sin embargo, Rusia suspendió su participación en febrero de 2023, alegando que EE.UU., al actuar a través de la OTAN, había vulnerado las bases legales del acuerdo.
A pesar de ello, Moscú ha sostenido que continuará cumpliendo con las restricciones del pacto mientras este siga vigente. La prolongación por un año de este compromiso después de 2026 queda ahora condicionada a la actitud que adopte Washington en el mismo periodo.
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