Decenas de miles de personas paralizaron Italia este lunes 22 de septiembre en una huelga general que se extendió por más de setenta ciudades. La protesta, convocada por sindicatos de base, unió solidaridad con Palestina y reclamos sociales internos.
En Roma, más de 30 mil manifestantes marcharon desde la estación Termini hasta Porta Maggiore, denunciando la cooperación militar con Israel y exigiendo que los recursos públicos se destinen a vivienda, empleo y servicios básicos.

Las movilizaciones no estuvieron exentas de tensión. En Milán, un grupo ingresó a la estación central y fue reprimido por la policía antidisturbios, dejando 60 agentes heridos y 18 detenidos. En Bolonia, la autopista A14 fue bloqueada durante horas, hasta que la policía desalojó la protesta con cañones de agua y gases lacrimógenos.
Las imágenes de las marchas muestran un país que debate su papel en los conflictos internacionales y cuestiona la prioridad que el gobierno de Giorgia Meloni da a la industria bélica frente a las demandas sociales.
Mientras sindicatos y organizaciones exigen que Italia rompa la cooperación militar con Israel, el Ejecutivo insiste en mantener la exportación de armas y la alianza política con Tel Aviv, lo que alimenta la inconformidad en las calles.

MOURAD BALTI TOUATI
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Fotografías: Redes / MOURAD BALTI TOUATI












