Amazon acordó desembolsar 2,500 millones de dólares tras una demanda en Estados Unidos que la acusó de inscribir a usuarios en Prime sin consentimiento claro y de dificultar su cancelación con un sistema diseñado como un “laberinto”.
El acuerdo contempla 1,500 millones en reembolsos para alrededor de 35 millones de clientes y 1,000 millones en multas civiles. Además, la empresa deberá simplificar de manera inmediata los procesos de baja y evitar que se repitan estas prácticas mediante supervisión a directivos responsables.
El caso se suma a otras acciones legales contra las grandes tecnológicas por abusos al consumidor y prácticas monopólicas, incluidas demandas previas de la Comisión Federal de Comercio contra Amazon.
Más allá de Estados Unidos, el fallo envía un mensaje hacia países como México: sin una vigilancia estricta, los usuarios quedan expuestos a cobros indebidos, servicios atados a engaños y plataformas que operan sin rendir cuentas.
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