La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como un “acuerdo muy importante” el nuevo entendimiento alcanzado entre México y Estados Unidos para frenar el tráfico ilegal de armas hacia territorio nacional, al destacar que por primera vez Washington se compromete a realizar operativos en su propio territorio para contener este fenómeno.
El convenio, bautizado como Misión Cortafuegos, fue anunciado tras la primera reunión del Grupo de Implementación de Seguridad, realizada en McAllen, Texas, con representantes de seis dependencias de ambos gobiernos. Entre los principales puntos, se acordó la ampliación del uso de la plataforma de rastreo eTrace y de tecnología de imágenes balísticas para el Gobierno federal y los 32 estados de la República.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum recordó los fallidos operativos del pasado, como Rápido y Furioso, en los que armas vendidas de forma controlada terminaron en manos de la delincuencia organizada. Destacó la mandataria:
“Por primera vez, Estados Unidos reconoce que tiene que hacer operativos para controlar el tráfico ilegal de armas hacia México”.

La presidenta subrayó que el acuerdo representa un cambio radical en la cooperación bilateral en materia de seguridad, ya que por lo general Washington exigía operativos para impedir el ingreso de drogas a su territorio, mientras que ahora se ejecutarán acciones para frenar el flujo de armamento hacia el sur.
Como parte de esta nueva estrategia, el programa “Barrer las Armas” se implementará en Estados Unidos con el fin de identificar, rastrear y clausurar armerías que venden armas destinadas al crimen organizado en México.
El embajador estadounidense en México, Ronald Johnson, calificó el acuerdo como una “cooperación histórica”, al señalar que marca un antes y un después en la relación bilateral en materia de seguridad. Según el Departamento de Estado de Donald Trump, el objetivo es “desbaratar el tráfico ilícito de armas a través de la frontera” y fortalecer el combate al financiamiento ilícito.
De acuerdo con estimaciones oficiales, cada año ingresan a México cerca de 200 mil armas de fuego provenientes de Estados Unidos, utilizadas en su mayoría por grupos criminales. Sheinbaum recordó que el 75% de las armas incautadas en el país provienen del vecino del norte, dato confirmado por autoridades estadounidenses.
El sistema eTrace permitirá conocer el origen de cada arma decomisada y ubicar a las armerías responsables de su venta. Explicó la mandataria:
“Ahí donde se encuentran armas estadounidenses que entraron ilegalmente (…) se podrá hacer la trazabilidad de dónde vino, quién la vendió”.
El Grupo de Implementación de Seguridad sesionará de manera periódica para dar seguimiento a estas acciones, que buscan inaugurar un nuevo capítulo de corresponsabilidad en la relación bilateral en materia de seguridad.
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