Donald Trump lanza una advertencia firme a Hamás, dando un plazo de “tres o cuatro días” para que el grupo responda a su propuesta de alto al fuego en Gaza. El presidente de Estados Unidos dejó claro que si no se acepta el plan, las consecuencias serían devastadoras para la organización.
La iniciativa fue presentada junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y contempla una serie de medidas exigentes: el desarme total de Hamás, su exclusión de cualquier rol político futuro y la entrega de la Franja de Gaza a un gobierno de transición liderado por tecnócratas palestinos y expertos internacionales.
Durante una conversación informal con la prensa, Trump fue tajante al señalar que la respuesta de Hamás definirá el rumbo del conflicto. Aunque no dio detalles de represalias específicas, sugirió que una negativa podría conducir a un escenario extremadamente grave para el grupo. En un discurso posterior ante mandos militares, reafirmó que “Hamás lo pagará con el infierno” si se opone al acuerdo.
El mandatario estadounidense explicó que la mayoría de los países árabes y musulmanes respaldan el plan, al igual que Israel. Destacó que su gobierno no está dispuesto a renegociar grandes aspectos de la propuesta, lo que reduce significativamente el margen de maniobra de Hamás.
El plan de paz incluye la liberación de 48 rehenes que aún permanecen en manos de Hamás, a cambio de la excarcelación de 250 palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 detenidos tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Además, Estados Unidos se comprometería a garantizar ayuda humanitaria, la cual sería distribuida por la ONU.
Un elemento novedoso del plan es la creación de una “Junta de la Paz” presidida por el propio Trump, que supervisaría la transición en Gaza con participación internacional, entre ellos el ex primer ministro británico Tony Blair.
En cuanto al papel futuro de la Autoridad Palestina, Netanyahu indicó que sólo tendría participación si atraviesa una profunda reforma estructural. Al mismo tiempo, reafirmó que Israel mantendrá su presencia militar en buena parte del enclave, dejando fuera cualquier posibilidad inmediata de un Estado palestino, lo cual ha generado tensiones dentro del propio gobierno israelí, especialmente entre figuras de la ultraderecha como el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich.
Qatar, uno de los principales mediadores junto a Egipto y Turquía, confirmó que Hamás ya recibió el plan y está en proceso de evaluación. Las autoridades qataríes señalaron que es “demasiado pronto” para conocer una respuesta definitiva, aunque se prevén reuniones en breve para debatir el contenido en profundidad.
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