Un terremoto de magnitud 7.4 estremeció el sur de Filipinas la noche del 9 de octubre, con epicentro ubicado a 20 kilómetros al este de la ciudad de Santiago y a una profundidad de 58 km. El movimiento telúrico encendió las alarmas en la región, donde se activaron protocolos de evacuación ante la amenaza de tsunami.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) emitió una advertencia formal para las zonas costeras cercanas al epicentro, instando a las autoridades locales a tomar medidas preventivas. “Se recomienda implementar evacuaciones en áreas vulnerables”, señaló el organismo.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Honolulu, advirtió sobre la posibilidad de oleaje peligroso en un radio de hasta 300 kilómetros desde el epicentro. Sin embargo, descartó un riesgo de tsunami más amplio para otras regiones del Pacífico.
El sismo se sintió con fuerza en la isla de Mindanao, donde se activaron protocolos de emergencia. Hasta el momento, no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos, aunque las autoridades locales continúan monitoreando la situación.
Este evento sísmico se suma a una serie de movimientos telúricos que han afectado el sudeste asiático en los últimos años, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades costeras frente a fenómenos naturales extremos.
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Fotografía: Redes