Este lunes, en un movimiento sin precedentes que forma parte del acuerdo de alto al fuego, Israel liberó a más de 1,900 prisioneros palestinos, mientras que Hamás entregó a 20 rehenes israelíes vivos que mantenía en Gaza. Este intercambio masivo marca un paso clave para aliviar la crisis humanitaria y buscar una salida al conflicto que durante dos años devastó la región.
Entre los palestinos liberados se encuentran 250 personas con condenas de cadena perpetua por ataques contra israelíes, además de alrededor de 1,700 detenidos sin cargos formales, muchos bajo el sistema de «detención administrativa» aplicado durante las operaciones militares israelíes en Gaza y Cisjordania. Algunos prisioneros fueron trasladados de regreso a Gaza y Cisjordania, mientras que otros fueron enviados al exilio, principalmente a Egipto, como parte del acuerdo que busca descomprimir las tensiones.
El primer grupo de prisioneros palestinos llegó a Cisjordania, donde familiares y amigos los recibieron con alegría, pañuelos palestinos y signos de victoria. La liberación ha sido seguida de cerca en la región como un gesto humanitario que podría abrir la puerta a negociaciones más amplias.
Por su parte, los 20 rehenes israelíes liberados, todos hombres, fueron trasladados en helicópteros a hospitales en Tel Aviv para recibir atención médica y se reencontraron con sus familias en emotivas escenas que marcaron el fin de un largo período de cautiverio.
Aunque la liberación de prisioneros es un paso alentador, aún queda pendiente la entrega de los cuerpos de 28 rehenes fallecidos, lo que genera tensión y demanda de las familias israelíes para que se cumpla íntegramente el acuerdo.
Este proceso de intercambio representa una acción crucial para aliviar el sufrimiento en ambas comunidades, reducir la violencia y crear condiciones para un proceso de paz que permita la reconstrucción y la ayuda humanitaria en Gaza, afectada por la guerra y la hambruna.
Foto: Redes