La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este miércoles que su gobierno no tiene ningún indicio ni información oficial que respalde las acusaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), el cual aseguró que grupos criminales mexicanos ofrecen recompensas para agredir o asesinar a agentes migratorios de ese país.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria fue cuestionada sobre el reporte divulgado por el DHS, que señala la supuesta colaboración entre delincuentes mexicanos y grupos extremistas estadounidenses para atacar a personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Sheinbaum fue tajante al negar que existan indicios de este tipo en México:
“No hay información que haya dado esta institución del gobierno de Estados Unidos a México. Lo conocimos igual que ustedes, por la publicación del DHS”.
La presidenta explicó que pidió al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, revisar si existía algún reporte o investigación en curso, pero reiteró que no hay registros ni alertas oficiales compartidas por Washington.
Asimismo, subrayó que el propio DHS indica que las presuntas actividades criminales se desarrollan en territorio estadounidense, no en México:
“Ellos se referían a situaciones ocurridas en Estados Unidos; se está solicitando la información, pero no tenemos nada confirmado”.
El informe del DHS
El martes, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos emitió un comunicado en el que aseguró haber obtenido información “creíble” sobre una red delictiva que ofrece recompensas por agredir a agentes federales en ciudades como Chicago.
Según el documento, pandilleros vinculados a grupos como los Latin Kings habrían desplegado observadores en azoteas de barrios hispanos —como Pilsen y La Villita— para rastrear en tiempo real los movimientos de los agentes del ICE y la CBP. Estas vigilancias, afirmó el DHS, habrían permitido emboscadas e interrupciones durante la Operación Midway Blitz, en esa ciudad.
El informe detalla un sistema de recompensas que va desde 2 mil dólares por obtener o difundir información personal de los agentes, 5 mil a 10 mil dólares por secuestros o agresiones no letales, y hasta 50 mil dólares por el asesinato de funcionarios de alto rango.
Sheinbaum insistió en que el gobierno mexicano esperará la notificación formal del DHS para revisar los hechos y, en su caso, colaborar en las investigaciones. Reiteró la presidenta:
“No tenemos conocimiento de que existan grupos criminales en México que estén organizando o financiando ataques contra agentes estadounidenses”.
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