El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que en una reciente conversación con el primer ministro indio, Narendra Modi, este le garantizó que India cesaría sus compras de petróleo ruso. Trump destacó que esta sería una medida significativa y agregó que el siguiente objetivo sería lograr que China también suspenda sus adquisiciones de crudo ruso.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India desmintió tener conocimiento de tal conversación, dejando claro que no existió ninguna llamada reciente entre ambos líderes respecto a la compra de petróleo ruso. La postura oficial india mantiene que sus decisiones energéticas no se han alterado ni discutido en ese contexto.
Por otro lado, el viceprimer ministro ruso, Alexánder Nóvak, confirmó que la cooperación energética entre Rusia y la India continúa sin cambios, señalando que la demanda del crudo ruso por parte de Nueva Delhi sigue siendo sólida y justificada desde un punto de vista económico y práctico.
El trasfondo de esta controversia incluye la imposición por parte de la administración Trump, el 27 de agosto, de un arancel adicional del 25 % a productos indios como respuesta a las ganancias que India obtendría de la reventa del petróleo ruso. Este incremento llevó los aranceles a un total del 50 % en categorías como prendas de vestir, joyería, calzado, artículos deportivos y productos químicos.
Frente a la presión estadounidense, India ha defendido en múltiples ocasiones la continuidad de sus importaciones de crudo ruso, argumentando que estas contribuyen a estabilizar los mercados globales y que no existe un sustituto viable para Rusia, que es el segundo mayor productor mundial, suministrando casi el 10 % del petróleo a nivel global. El ministro de Petróleo indio, Hardeep Singh Puri, ha enfatizado que quienes critican esta política desconocen la importancia estratégica del petróleo ruso para la economía energética india.
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