La presidenta Claudia Sheinbaum defendió este viernes el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a refrescos y bebidas azucaradas, al asegurar que la medida tiene un propósito de salud pública y no recaudatorio. Según explicó, el objetivo central es disminuir el consumo de azúcar en la población mexicana y combatir los altos índices de obesidad, diabetes e hipertensión, especialmente entre niñas y niños.
“El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos. El nivel de diabetes, hipertensión y obesidad en los niños ha aumentado”, señaló durante la Mañanera del Pueblo.
Sheinbaum subrayó que el diagnóstico que respalda la medida se basa en los resultados del programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, implementado en escuelas primarias, donde se evalúan talla, peso y condición física de los menores. De acuerdo con los reportes, los casos de obesidad infantil han crecido y están directamente vinculados al consumo de comida chatarra y bebidas con alto contenido de azúcar.
La presidenta adelantó que su gobierno impulsará una campaña nacional informativa encabezada por la Secretaría de Salud, para sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos del exceso de azúcar en la dieta. “Se hará una campaña de información sobre los efectos de las bebidas azucaradas y la comida chatarra”, precisó.
Revisión estricta y compromisos empresariales
Sheinbaum anunció que la Cofepris supervisará que las empresas refresqueras cumplan los compromisos asumidos con el gobierno federal, particularmente la reducción de al menos 30% en el contenido de azúcar de sus productos.
“Claro que se va a revisar. No es nada más ‘yo te propongo’ y después no se cumple. Cofepris tiene que medir que en efecto, cuando se comprometen, tienen 30 por ciento menos de azúcar”, advirtió.
El acuerdo alcanzado con la industria establece que, a partir de 2026, el IEPS será de 3.08 pesos por litro para bebidas con azúcar y de 1.50 pesos por litro para aquellas con endulzantes no calóricos o versiones light y zero.
Además, las refresqueras se comprometieron a no equiparar los precios entre bebidas azucaradas y reducidas en calorías, como ocurrió en el pasado, y a ofrecer las segundas a un costo menor.
“En el pasado se había aumentado un poco el IEPS del refresco y las bebidas light no lo tenían, pero las refresqueras equipararon los precios. Ahora se les dijo que si realmente quieren beneficiar la salud, deben costar más barato”, explicó.

Un cambio en los hábitos de consumo
La mandataria sostuvo que el impuesto busca modificar los patrones de compra de las familias mexicanas. “Si destinas 100 pesos al mes a comprar refrescos, con este ajuste vas a comprar menos”, expresó.
Asimismo, destacó que empresas como Coca-Cola México ya trabajan en la reformulación de sus productos y en el desarrollo de un proyecto piloto con la Secretaría de Salud para promover el consumo de bebidas bajas en calorías.
El acuerdo entre el gobierno y la industria incluye compromisos adicionales, como:
- Reformular productos y lanzar nuevas porciones.
- Ampliar la oferta de bebidas bajas o sin azúcar.
- Impulsar campañas que fomenten hábitos saludables.
- Reforzar la autorregulación publicitaria enfocada en la protección de la niñez.
“Finalmente, el objetivo es disminuir el consumo de refrescos y evitar mayor diabetes, hipertensión u obesidad en la población. Es una política de salud, no de recaudación”, concluyó Claudia Sheinbaum.
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