El presidente de Colombia, Gustavo Petro, arremetió con fuerza contra sectores políticos de Estados Unidos y Colombia que, según él, estarían afectando la relación diplomática con el actual mandatario estadounidense, Donald Trump. Durante una reunión ministerial, el jefe de Estado manifestó su preocupación por lo que considera una campaña de desinformación dirigida al expresidente republicano, ahora de nuevo en la Casa Blanca.
Según Petro, el gobierno estadounidense estaría tomando decisiones con base en información distorsionada que proviene de figuras políticas como el senador Bernie Moreno, a quien asoció con intereses económicos ligados a antiguos mandatarios colombianos. Petro insinuó que estos actores estarían operando para acelerar su salida del poder en Colombia, con el objetivo de favorecer negocios privados que, en su opinión, beneficiarían a un círculo muy específico de élites políticas.
«(Trump) solo oye las calumnias del senador Bernie Moreno, interesado en otro tipo de negocios (…), por eso quiere sacarnos de aquí rápido, para que los negocios de él y de sus hermanos se puedan hacer en Colombia y Trump no se ha dado cuenta de ese engaño, de esa estafa, y nadie se lo cuenta, Trump escucha a este tipo de asesores, que muchos son nazis de Miami ligados al narcotráfico»
Además, el presidente colombiano afirmó que Trump no estaría recibiendo información de manera directa desde la diplomacia formal, sino a través de canales alternos donde predominan asesores con posturas extremas, algunos de ellos radicados en Miami y, según denunció, con presuntos vínculos con el narcotráfico.
Una de las acusaciones más graves hechas por el mandatario fue la revelación de un supuesto nuevo cártel con operaciones en Bogotá y en el departamento de Cundinamarca. A diferencia de las estructuras criminales tradicionales, este grupo actuaría como una red descentralizada de políticos que toman decisiones de forma colectiva, incluso a través de medios remotos. Petro denunció que este cártel habría considerado atentados contra su vida y tendría capacidad de acceso a armamento militar sofisticado, como misiles antiaéreos.
El presidente también hizo un llamado a la movilización popular, argumentando que la ciudadanía debe responder ante lo que considera un intento de intervención extranjera y desestabilización. Según su lectura, la presión internacional, liderada desde Washington, podría desencadenar una crisis regional. En este contexto, advirtió sobre la posibilidad de una «masacre en América Latina», producto de las políticas de seguridad estadounidense en la región.
Petro instó a su embajador en Washington, Daniel García-Peña, a buscar una comunicación directa con Trump, ya que considera que esa es la única vía para evitar una escalada mayor. También pidió respaldo a la comunidad internacional frente a lo que describió como una ofensiva promovida por actores mafiosos que han logrado ganar la confianza del presidente estadounidense.
El conflicto diplomático entre ambas naciones se intensificó recientemente, luego de que fuerzas estadounidenses bombardearan una lancha en el mar Caribe que, según las autoridades colombianas, se encontraba en aguas territoriales del país. El incidente ha sido interpretado como una señal de deterioro en la relación bilateral.
En paralelo, Trump ordenó suspender ciertos programas de financiamiento destinados a Colombia y no se descarta que su administración imponga nuevas medidas económicas o arancelarias como forma de presión.
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