El Caribe se ha convertido en el nuevo epicentro de la estrategia militar de Estados Unidos, con un despliegue naval de magnitud excepcional frente a Venezuela. Según un estudio del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), la llegada del portaaviones USS Gerald Ford, prevista para los próximos días, consolidará la mayor presencia naval estadounidense en América Latina en las últimas décadas. Solo en términos de número y capacidad, no se registraba algo similar desde la Guerra del Golfo, aunque en esta ocasión la operación tiene un enfoque regional.
El informe, elaborado por el coronel retirado Mark Cancian, especialista en defensa del CSIS, advierte que la movilización de uno de los buques insignia de la Armada estadounidense no puede interpretarse como una simple maniobra rutinaria. De acuerdo con su análisis, el tamaño y la composición de la flota sugieren la preparación para posibles ataques aéreos o de misiles, más que para una invasión terrestre.
Con la incorporación del grupo de ataque del Gerald Ford, Estados Unidos pasará a contar con trece unidades navales desplegadas en el área, entre ellas ocho buques de guerra, tres naves anfibias y un submarino. A ello se suman bombarderos estratégicos, helicópteros SH-60R y cazas embarcados, que en conjunto brindan una capacidad operativa superior a la de campañas anteriores en la región.

Los expertos del CSIS calculan que esta fuerza dispone de más de 700 misiles, incluidos 180 Tomahawk de largo alcance, diseñados para ataques de precisión. Para Washington, el movimiento refuerza su presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, en un contexto de tensión política y geoestratégica creciente.
Analistas como Stephen Biddle, de la Universidad de Columbia, coinciden en que una invasión terrestre sería poco probable, mientras que Michael Desch, de la Universidad de Notre Dame, ve paralelismos con recientes operaciones aéreas estadounidenses en Yemen.
El CSIS concluye que mantener tanto poder militar concentrado en el Caribe no es sostenible por mucho tiempo, lo que anticipa que en las próximas semanas podrían producirse decisiones clave sobre el rumbo de la operación.
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