Secretaria de Agricultura de EE.UU. llega a México para resolver conflicto por cierre fronterizo del ganado

El cierre fronterizo sigue generando pérdidas millonarias al sector ganadero

La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, llegó a México para sostener encuentros con autoridades federales en un momento crítico para la relación comercial agropecuaria entre ambos países. La visita ocurre tras el prolongado cierre de la frontera al ingreso de ganado mexicano, una medida tomada por Washington debido al brote del gusano barrenador detectado en el sur del territorio nacional.

Durante su estancia, Rollins sostendrá reuniones privadas con Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), así como con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con el propósito de evaluar el impacto del cierre fronterizo y revisar los avances en el control sanitario del ganado.

El gobierno mexicano ha manifestado reiteradamente su rechazo a la decisión estadounidense, al considerar que se han implementado medidas suficientes para evitar la propagación de la plaga hacia el norte. En contraste, la funcionaria estadounidense ha reiterado que la prioridad de su país es proteger su hato ganadero y que el cierre se mantendrá mientras persistan riesgos sanitarios.

El conflicto se remonta a mayo pasado, cuando Estados Unidos clausuró el ingreso de reses, bisontes y caballos provenientes de México. Tras una breve reapertura en julio, un nuevo caso del gusano barrenador detectado en Veracruz llevó a Washington a restablecer la restricción, la cual permanece vigente hasta la fecha.

El intercambio de ganado entre ambas naciones representa una actividad clave para el sector agropecuario, con un promedio anual de 1.2 millones de cabezas exportadas desde México hacia Estados Unidos. Sin embargo, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) estimó en agosto que **las pérdidas por el cierre ya alcanzan los 1,300 millones de dólares, equivalentes a 650 mil cabezas de ganado que no pudieron exportarse.

A pesar de las diferencias, ambos gobiernos mantienen mesas de diálogo técnico y político. Como parte de las negociaciones, el 15 de agosto se acordó un plan de acción binacional que contempla objetivos y protocolos sanitarios, así como mecanismos de vigilancia sobre la dispersión del gusano barrenador y control en la movilización del ganado, incluso en zonas fronterizas y de tránsito desde Centroamérica.

Fuentes diplomáticas apuntan que la visita de Rollins podría definir los próximos pasos para la reapertura gradual de la frontera, siempre y cuando México logre acreditar la contención del brote y el cumplimiento de las medidas acordadas.

Foto: Redes

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