El gobierno de México reafirmó su histórica política de asilo y rechazó la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas, luego de que la administración de Claudia Sheinbaum otorgara protección a la exprimera ministra Betssy Chávez Chino, cercana al expresidente Pedro Castillo.
Durante su conferencia matutina de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la medida del presidente interino José Jerí como “fuera de toda proporción”, y aclaró que las relaciones comerciales y consulares entre ambos países se mantienen intactas.
“La relación comercial continúa, son las relaciones diplomáticas las que se rompen, y es una decisión de ellos”, subrayó la mandataria, quien destacó que México “solo ha roto relaciones con Ecuador”, tras la invasión a su embajada en Quito en abril de 2024.
Sheinbaum recordó que las tensiones con Lima se originaron por el respaldo de México al expresidente Pedro Castillo, destituido en diciembre de 2022. “Su detención fue injusta y tuvo un claro trasfondo político y de discriminación”, afirmó.

México invoca el derecho internacional
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, en representación del canciller Juan Ramón de la Fuente, defendió la legalidad y legitimidad del asilo otorgado a Betssy Chávez. Explicó que la decisión se basó en la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático y en el Artículo 11 de la Constitución mexicana, que garantiza el derecho de toda persona a solicitar asilo.
“Estamos actuando de forma pacífica, en sentido humanitario y con estricto apego al derecho internacional. Es una decisión de Perú que no compartimos, pero la amistad entre los pueblos de México y Perú continúa”, expresó Velasco.
El funcionario detalló que tras la evaluación conjunta entre la SRE y la Secretaría de Gobernación, se concluyó que Chávez fue víctima de persecución política y violaciones a sus derechos humanos, motivo por el cual se le concedió protección diplomática. México, dijo, entregó una nota al gobierno peruano solicitando el salvoconducto para que la exfuncionaria pueda abandonar territorio peruano.
La subsecretaria para América Latina y el Caribe, Raquel Serur, sostuvo que ningún Estado puede considerar el otorgamiento de asilo como un acto hostil.
“El asilo político es un acto pacífico, no puede ser considerado inamistoso. Así lo reconocen los tratados y el derecho internacional”, señaló.
Serur subrayó que México ha mantenido una tradición humanista de refugio desde el siglo XX, recordando los casos de los exiliados españoles durante el franquismo, así como de perseguidos políticos de Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.
“El asilo y el refugio buscan proteger vidas. Son figuras humanistas y su concesión es un derecho soberano de México, que debe ser respetado por otros países”, afirmó.
Sin afectaciones comerciales ni consulares
Por su parte, el director para América Latina y el Caribe de la SRE, Pablo Monroy, recordó que durante la crisis de 2022 México no adoptó medidas hostiles contra Perú. “Nunca declaramos persona non grata a ningún embajador o presidente peruano, porque tenemos un profundo respeto por el pueblo de Perú”, dijo.
Sheinbaum insistió en que la ruptura no afectará los lazos económicos entre ambos países, ambos miembros de la Alianza del Pacífico, junto con Chile y Colombia.
“Estamos actuando con respeto y conforme a nuestra Constitución y a la ley internacional. Las diferencias políticas no deben romper la hermandad entre los pueblos”, concluyó.
Con esta postura, el gobierno de México ratifica su compromiso con la tradición humanista y soberana del derecho de asilo, a pesar de la tensión diplomática con el gobierno interino de Perú.
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