La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunció un paro nacional de 48 horas para el 13 y 14 de noviembre, con protestas, bloqueos y mítines en al menos 20 estados del país. La jornada busca presionar al gobierno de Claudia Sheinbaum para atender un conjunto de demandas históricas que, según el magisterio disidente, no han recibido respuesta pese a meses de gestiones.
Entre sus principales exigencias destacan la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, la eliminación de la Ley del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), así como la cancelación definitiva de las reformas educativas aprobadas en los sexenios de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, que consideran contrarias a los derechos laborales del magisterio.
La CNTE también demanda la reinstalación de la mesa nacional de diálogo con el gobierno federal y la reactivación de las mesas resolutivas estatales suspendidas desde mayo, además de un mayor presupuesto para educación, salud y seguridad social, la basificación de plazas eventuales, la homologación de prestaciones y la devolución de salarios descontados durante anteriores movilizaciones.
En la Ciudad de México, los docentes prevén un cerco al Congreso de la Unión y un plantón en el Zócalo, mientras que en estados como Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Chiapas se realizarán bloqueos, tomas de casetas y marchas locales. Las acciones, advierte la Coordinadora, podrían extenderse si el Ejecutivo no establece un diálogo efectivo.
La organización acusa al gobierno de mantener una “política de cerrazón” frente a las exigencias del magisterio, lo que ha incrementado el descontento entre las bases. Aunque las autoridades han reforzado la seguridad en torno a Palacio Nacional, la CNTE insiste en que su lucha es pacífica y orientada a la defensa de los derechos laborales y la educación pública.
Fotografía: Redes












