El Gobierno ruso considera que Europa atraviesa una peligrosa escalada militarista que podría conducir a una confrontación directa con Moscú. Así lo expresó el portavoz presidencial Dmitri Peskov, quien explicó que el Kremlin comparte la visión del presidente serbio Aleksandar Vucic, al señalar que en el continente se observa un creciente impulso bélico entre las potencias europeas.
Según Peskov, varios países del Viejo Continente están destinando porcentajes cada vez más altos de su PIB a gastos de defensa, alcanzando en algunos casos casi el 5 %. Esta tendencia, advirtió, pone en riesgo la estabilidad económica de esas naciones y podría acarrear consecuencias graves a mediano plazo.
El portavoz subrayó que, ante este panorama, Moscú ha actuado con anticipación, tomando medidas para proteger sus intereses estratégicos y garantizar su seguridad nacional. En su valoración, la actual dinámica en Europa refleja un clima de tensión e histeria interna, impulsado por discursos rusófobos y agresivos que han distorsionado la percepción pública sobre Rusia.
Por su parte, el presidente serbio Vucic ha expresado recientemente su preocupación por la posibilidad cada vez más real de un conflicto militar entre Rusia y Europa, asegurando que las potencias occidentales ya se están preparando para ello.
Desde el Kremlin, se insiste en que Rusia no tiene intención de atacar a ninguna nación europea, y que las acusaciones en ese sentido forman parte de una estrategia de desinformación promovida por líderes occidentales para atemorizar a sus ciudadanos y justificar el incremento de los presupuestos militares.
En este contexto, la tensión geopolítica entre Moscú y las capitales europeas continúa en aumento, mientras el Kremlin reitera que su prioridad es mantener la estabilidad interna y evitar un conflicto que, según advierte, sería devastador para toda Europa.
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