Tras las manifestaciones y bloqueos encabezados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) frente a Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cuestionó la necesidad de estas movilizaciones al recordar que su gobierno mantiene mesas de diálogo abiertas con el magisterio en diversos estados del país.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum lamentó que algunos grupos magisteriales intentaran derribar las vallas colocadas en los accesos al recinto histórico y advirtió que no existe justificación para recurrir a la violencia, especialmente cuando —dijo— se han atendido buena parte de las demandas del sector.
La mandataria recordó que funcionarios de alto nivel, incluidos los titulares de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de Gobernación, han sostenido reuniones con representantes de la CNTE en entidades como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, donde se concentra la mayor presencia sindical. Aseguró que el diálogo continúa y que las demandas sobre pensiones, reforma educativa y carrera magisterial están siendo analizadas con los propios docentes.
Sheinbaum señaló que la principal exigencia de los maestros —la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007— enfrenta limitaciones presupuestales, pero sostuvo que su administración busca alternativas viables para mejorar las condiciones laborales del magisterio.
Asimismo, la presidenta sugirió que detrás de la protesta podrían existir intereses ajenos al movimiento magisterial, al coincidir su realización con otras manifestaciones convocadas por grupos de oposición. Reafirmó, sin embargo, el respeto de su gobierno al derecho a la libre manifestación, aunque insistió en que “México es un país de diálogo, no de violencia”.
La jornada de protesta de la CNTE, que forma parte de un paro nacional de 48 horas, incluyó marchas hacia la Cámara de Diputados y enfrentamientos con elementos de seguridad pública, luego de que los maestros intentaran retirar las barreras colocadas alrededor de Palacio Nacional. La Secretaría de Seguridad Ciudadana dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos para evitar mayores incidentes.
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