En plena gira por Quintana Roo, la presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la entrega de viviendas del Programa Vivienda para el Bienestar para reforzar el mensaje central de su administración: estabilidad macroeconómica, expansión social y continuidad del proyecto político iniciado en 2018.
Entre aplausos y bajo un formato que mezcló informe y mitin, la mandataria anunció que su gobierno impulsará un nuevo aumento al salario mínimo y defendió que las condiciones económicas del país permiten avanzar sin presionar las finanzas públicas.
Sheinbaum aseguró que México vive un escenario de “inflación controlada”, récord en inversión extranjera directa y una generación “histórica” de empleos, elementos que —dijo— justifican continuar elevando el ingreso de los trabajadores. “Cuando se apoya al que menos tiene, el país florece”, afirmó, en una reiteración del lema fundacional de la 4T: “por el bien de todos, primero los pobres”.
La presidenta dedicó buena parte de su discurso a enumerar los programas sociales elevados a rango constitucional —pensión universal para adultos mayores, apoyos a personas con discapacidad, becas a estudiantes de nivel medio superior y Sembrando Vida— así como la reciente pensión para mujeres de 60 a 64 años, destinada a reconocer el trabajo de cuidados.
También defendió como un logro de su gobierno la reestructura de créditos del Infonavit, asegurando que beneficiará a cinco millones de familias atrapadas en adeudos impagables, además de la ampliación de visitas médicas domiciliarias para adultos mayores como parte de la estrategia de salud preventiva.
En el terreno educativo, Sheinbaum reiteró la meta de construir 300 nuevas preparatorias y ampliar la cobertura de universidades públicas. En vivienda, prometió avanzar hacia el objetivo de edificar un millón 200 mil hogares para población de bajos ingresos, uno de los compromisos más ambiciosos del sexenio.
Por otro lado, Sheinbaum llamó a la ciudadanía a participar en la concentración convocada para el 6 de diciembre en el Zócalo capitalino, donde se celebrarán los siete años de la “transformación”. “Nuestro mandato es ser un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. No mentimos, no robamos y nunca vamos a traicionar al pueblo de México”, sostuvo.
La gira concluyó con la entrega de viviendas en la Unidad Habitacional Edén Bienestar, un acto que la presidenta presentó como muestra de que la austeridad y el combate a la corrupción —dos banderas recurrentes del discurso oficial— permiten financiar los programas sociales y de infraestructura que su administración presume como emblema.
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