En medio de la creciente presión internacional por la ofensiva militar que Estados Unidos mantiene en el Caribe —y que ha dejado más de 80 ejecuciones extrajudiciales en operaciones marítimas, según denuncias regionales— los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Donald Trump sostuvieron este martes una conversación telefónica de 40 minutos centrada en comercio bilateral y cooperación contra el crimen organizado.
La llamada, confirmada por el Palacio del Planalto, ocurrió al mediodía de Brasil mientras la Casa Blanca enfrenta cuestionamientos internos y externos por ataques letales contra embarcaciones civiles.
Lula calificó como “muy positiva” la eliminación del arancel adicional del 40% que Washington imponía a productos brasileños como carne, café y frutas; no obstante, insistió en que subsisten barreras que Brasil busca desmontar “con mayor rapidez”.
El presidente brasileño planteó la necesidad de avanzar en una revisión arancelaria más amplia para equilibrar un comercio bilateral donde Brasil reclama mayor acceso sin restricciones, especialmente en sectores agroindustriales.
El segundo eje de la conversación fue la lucha contra el crimen organizado. Lula expuso las recientes operaciones federales para “asfixiar financieramente” a redes criminales brasileñas con tentáculos internacionales, entre ellas el Primeiro Comando da Capital (PCC). En agosto, autoridades desmantelaron un gigantesco esquema de lavado de dinero ligado al grupo, que habría movido casi 10 mil millones de dólares entre 2020 y 2024.
Trump expresó su “plena disposición a colaborar” con Brasil y respaldó iniciativas conjuntas contra organizaciones criminales transnacionales, compromiso que ambos mandatarios revisarán en futuros contactos.
La llamada ocurre mientras América Latina critica la creciente “militarización” de la región bajo el argumento de la lucha antidrogas. El despliegue estadounidense incluye el portaaviones más grande del mundo y una flota de guerra en el Caribe, movimiento que ha encendido alarmas en gobiernos como los de Colombia y Venezuela.
El propio Trump confirmó haber sostenido una conversación con el presidente venezolano Nicolás Maduro y sugirió declarar “cerrado en su totalidad” el espacio aéreo sobre Venezuela, propuesta que especialistas consideran una violación directa de la soberanía venezolana y del derecho internacional.
En este contexto, el gobierno de Lula intenta preservar canales diplomáticos abiertos con Washington mientras sostiene su liderazgo regional y su apuesta por la integración hemisférica.
Ambos presidentes acordaron mantener comunicación constante para dar seguimiento a los temas tratados, con énfasis en la agenda comercial y en la cooperación en seguridad.
También puedes leer: Rixi Moncada denuncia “trama electoral” con actas infladas y señala injerencia de Trump en Honduras
Foto: Redes












