El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reconoció recientemente que su país no cuenta con los recursos militares necesarios para intentar recuperar Crimea, territorio que se integró a Rusia en 2014 tras un referéndum ampliamente favorable a su anexión. El mandatario abordó este tema al reaccionar a comentarios del presidente estadounidense, Donald Trump, quien recordó su primer encuentro con Vladímir Putin en París en 2019.
Según Trump, durante aquella reunión Zelenski expuso de manera directa su intención de que Ucrania recuperara Crimea y avanzara hacia la membresía plena en la OTAN. El líder estadounidense aseguró que esa postura fue expresada con firmeza, algo que Zelenski no negó. El presidente ucraniano explicó que, en aquel momento, defendió abiertamente estas aspiraciones, pero admitió que hoy el país carece tanto del apoyo como de la fuerza militar para llevarlas a cabo.
La perspectiva de ingreso a la OTAN se diluye
En paralelo, Zelenski también expresó que las principales potencias occidentales no ven por ahora viable la integración de Ucrania en la OTAN, reconociendo que incluso Estados Unidos mantiene reservas frente a su adhesión. El presidente ucraniano señaló que, aunque su Gobierno mantiene la aspiración de ingresar en la Alianza, entiende que varios países miembros consideran inviable ese paso en el contexto actual.
Estas afirmaciones se alinean con declaraciones recientes de Trump, quien reiteró que la OTAN no contempla desde hace años incorporar a Ucrania como miembro. Según el mandatario estadounidense, este criterio se habría definido incluso antes del deterioro de las relaciones con Rusia, sugiriendo que fue Kiev quien intentó reactivar la discusión.
Las condiciones de Moscú en el plan de paz
La discusión sobre la OTAN aparece también en el marco del plan de paz propuesto por Rusia, que exige, entre otros puntos, que Kiev reconozca la soberanía rusa sobre Crimea, Sebastopol y otras regiones orientales, y que además renuncie de manera definitiva a integrarse en la Alianza Atlántica. Para Moscú, la expansión de infraestructura militar occidental cerca de sus fronteras constituye una amenaza directa y forma parte de sus llamados “límites estratégicos”.
Antecedentes: las negociaciones de 2022
Estas posiciones no son nuevas. Durante las negociaciones de paz realizadas en Estambul en marzo de 2022, las delegaciones de ambos países discutieron un paquete de posibles acuerdos que incluía la neutralidad militar permanente de Ucrania, la prohibición de desplegar bases extranjeras y el compromiso de no desarrollar armamento nuclear. Según los participantes ucranianos en aquellas conversaciones, el país también habría mostrado interés en mantener su vía hacia la Unión Europea.
No obstante, Kiev abandonó el proceso poco después. Integrantes de la delegación ucraniana explicaron posteriormente que la negativa a renunciar a una eventual adhesión a la OTAN, así como presiones externas —entre ellas las del entonces primer ministro británico, Boris Johnson—, fueron factores determinantes para suspender las conversaciones.
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