La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como “injusta y violenta” la detención de Narciso Barranco, un migrante mexicano con más de tres décadas residiendo en Estados Unidos, quien fue arrestado el pasado 21 de junio por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Santa Ana, California.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum expresó su indignación ante lo que consideró un caso más de criminalización hacia la comunidad migrante mexicana:
“Los migrantes no son criminales, son personas que se fueron por necesidad, que han hecho su vida allá, y han aportado durante años al desarrollo de Estados Unidos”.
Narciso Barranco, originario de Cuernavaca, Morelos, fue sometido con gas pimienta y golpes en la cabeza cuando se encontraba trabajando como jardinero a las afueras de una cafetería. El hecho, grabado en video y difundido ampliamente en redes sociales, ha generado críticas por el uso excesivo de la fuerza.
La mandataria destacó que Barranco no cuenta con antecedentes penales y es padre de tres integrantes del Ejército estadounidense: un veterano y dos marines activos:
“Es un mexicano que ha aportado a Estados Unidos no solo con su trabajo, sino también a través de sus hijos que sirven a ese país”.
Sheinbaum informó que el Consulado de México en Los Ángeles actuó de inmediato para brindar apoyo legal y consular a Barranco, y refrendó su compromiso de proteger a los connacionales en el exterior:
“Vamos a seguir defendiendo a nuestros hermanos y hermanas allá, no solo por convicción, sino porque es la responsabilidad de la presidenta de México”.
La presidenta también reconoció el reciente pronunciamiento del actor mexicano Diego Luna en el programa Jimmy Kimmel Live!, quien llamó a reconocer la humanidad y contribución histórica de la comunidad migrante en Estados Unidos.
Sheinbaum aprovechó la ocasión para reiterar su rechazo a las redadas y políticas migratorias restrictivas:
“Millones de mexicanos en Estados Unidos no son delincuentes, son héroes y heroínas”.
Además, recordó que la Secretaría de Relaciones Exteriores ha intensificado esfuerzos para proteger los derechos de los migrantes frente al endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por la administración de Donald Trump.
El caso de Narciso Barranco se ha convertido en un símbolo del trato que reciben miles de migrantes, muchos de los cuales llevan décadas construyendo sus vidas en territorio estadounidense.
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