En un giro trascendental para la legislación ambiental y de protección animal en México, la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime una reforma que prohíbe el uso de mamíferos marinos en espectáculos, terapias y actividades de entretenimiento. La medida forma parte de una modificación a la Ley General de Vida Silvestre y ya fue enviada al Ejecutivo federal para su promulgación.
La nueva norma establece un periodo de transición de 18 meses para que las empresas e instituciones que actualmente utilizan delfines, orcas, lobos marinos y manatíes con fines comerciales detengan sus operaciones y transformen sus instalaciones.
Entre los puntos clave de la legislación se encuentra la prohibición de nuevas reproducciones en cautiverio, lo que impide que futuras generaciones de mamíferos marinos nazcan para vivir encerradas. Además, solo se permitirá mantener a estos animales bajo resguardo en casos de rescate, conservación o investigación científica, siempre que no exista un fin lucrativo y se respeten criterios técnicos rigurosos.
Durante el debate en el Congreso, varios legisladores subrayaron que esta reforma no solo es legalmente innovadora, sino también representa un avance ético en la relación de México con otras especies. La decisión fue calificada como un reflejo del cambio de conciencia social respecto al trato digno hacia los animales.
Para garantizar el cumplimiento de esta normativa, se contemplan sanciones económicas que pueden superar los 8 millones de pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción. Las multas irán desde las 200 hasta las 75 mil Unidades de Medida y Actualización (UMA).
Con esta acción, México se alinea con una tendencia internacional que busca erradicar el uso de animales silvestres en espectáculos y promover alternativas más respetuosas con la vida animal. Activistas, especialistas y legisladores coincidieron en que esta reforma coloca al país como un referente en el continente en cuanto a legislación de bienestar animal.
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