Un restaurante que incomodó al poder
Cuando Armin Brandel firmó contrato en marzo de 2024 para abrir el restaurante Fenotti en Riona High Plaza, ubicada en la zona de Angelópolis, jamás imaginó que estaba entrando en territorio dominado por una red de intereses oscuros. Aunque la plaza no contaba con permisos estructurales, instalaciones de gas adecuadas ni dictámenes de Protección Civil, decidió seguir adelante.
En poco tiempo, Fenotti se convirtió en el restaurante más exitoso y grande del complejo. Pero con el éxito, también llegó el acoso.
El exdiputado del Partido Verde, Juan Pablo Kuri Carballo, dueño de la plaza, percibió el crecimiento del negocio como una amenaza… o como una oportunidad de apropiación forzada.
Acoso sistemático desde dentro
Todo comenzó con acciones de sabotaje por parte de la administradora de la plaza, Rosario N., una operadora directa de los intereses de los Kuri.
Se bloqueó el acceso a los 10 lugares de estacionamiento incluidos en el contrato.
Se apagaban escaleras eléctricas y elevadores, incluso con comensales dentro.
El acoso era cotidiano, constante, y con fines de desgaste psicológico y financiero.
El punto más alarmante llegó cuando un guardia de seguridad agredió físicamente a Armin dentro del restaurante. A pesar de que él otorgó el perdón legal, la presión no disminuyó: solo cambió de forma.
La institucionalidad al servicio de los Kuri
Lo que siguió fue el uso abierto de instituciones municipales para perseguir al restaurante, todas dependientes del Ayuntamiento de San Andrés Cholula.
El organismo SOAPAP cortó el suministro de agua solo a Fenotti, alegando una supuesta falta de permiso de descarga. Sin embargo, ese permiso no corresponde al locatario, sino a la administración de la plaza.
La Dirección de Protección Civil municipal colocó sellos de clausura falsos, sin folios, sin inspecciones previas, sin fundamentos legales.
La Secretaría de Seguridad Pública del municipio difundió boletines de prensa manipulados, en los que se acusaba al restaurante de ser deudor o de haber agredido a policías.
Todo esto ocurrió mientras los demás locales de la plaza operaban sin extinguidor, sin licencias, sin permisos. El único local en regla era Fenotti.
Lupita Cuautle: silencio cómplice
En varias ocasiones, Carolina Mendoza, esposa de Armin, solicitó una audiencia con la presidenta municipal Guadalupe Cuautle. En un acto público, incluso fue empujada por personal del Ayuntamiento cuando intentó acercarse. En un diálogo con la alcaldesa, la presidenta municipal le expreso diáfanamente que no serían apoyados.
Mientras tanto, Juan Pablo Kuri presumía abiertamente su relación con la alcaldesa.
“No te preocupes por los permisos, yo tengo buena relación con Lupita”, le decía con total cinismo a Armin.
Amenazas de muerte y censura mediática
La administradora Rosario N. fue más allá. Le dijo directamente a Carolina:
“Los Kuri ya los mandaron a matar.”
El Ayuntamiento difundió información falsa a través de comunicados oficiales, que medios locales como Ambas Manos, E-Consulta y Diario Cambio replicaron sin contrastar ni consultar a los afectados. A pesar de solicitar el derecho de réplica, nunca se les concedió.
El patrón del clan Kuri
Esta no es la primera vez que una familia Kuri está vinculada a este tipo de prácticas. El padre de Juan Pablo y Emilio, Tony Kuri Alam, fue delegado de Infonavit y también fue señalado por maniobras de hostigamiento y despojo.
Hoy, los hijos repiten el modelo con el respaldo de la autoridad municipal de San Andrés Cholula, usando plazas comerciales en lugar de instituciones públicas, pero con la misma lógica de poder.
El cierre forzado de Fenotti
El 11 de abril de 2025, después de más de un año de acoso, Fenotti cerró sus puertas. Ese día, el abogado de los Kuri ingresó violentamente al restaurante con una docena de personas.
Agredieron a Carolina Mendoza y tomaron posesión del lugar por la fuerza.
La policía municipal observó sin intervenir. Al día siguiente, el agresor fue liberado. Una vez más: sin consecuencias, sin justicia.
KidZania y la plaza sin permisos
A pesar de la irregularidad documentada, en esa misma plaza se proyecta abrir una sucursal de KidZania, un centro de entretenimiento para niñas y niños.
Pero Riona High Plaza no tiene dictámenes estructurales, ni licencias municipales, ni protección civil válida.
¿Quién se hace responsable si ocurre una tragedia?
Todo esto ocurre con la protección de un Ayuntamiento que no regula, no inspecciona, no sanciona, sino protege a quienes violan la ley.
San Andrés al servicio de unos cuantos
El caso Fenotti muestra cómo el poder económico, cuando se alía con la autoridad municipal, puede convertirse en una herramienta de despojo y represión.
Juan Pablo Kuri Carballo y Guadalupe Cuautle han operado de manera coordinada para acallar, expulsar y destruir un emprendimiento que cometió un único “error”: tener éxito sin pedir permiso a los dueños del poder local.
Foto: El Ciudadano México
