El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió este viernes la posibilidad de reforzar las defensas aéreas de Ucrania con el envío de sistemas de misiles Patriot, en medio de una nueva oleada de ataques rusos sobre territorio ucraniano.
«Puede ser», respondió brevemente Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca, al ser cuestionado sobre si su gobierno considera enviar más sistemas Patriot a Europa del Este. La declaración sigue a un encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el pasado miércoles en La Haya, donde ambos mandatarios coincidieron durante la cumbre de la OTAN.
Aunque Trump no precisó si los sistemas serían donados o vendidos a Kiev, su mención marca un cambio de tono respecto a posturas anteriores, en las que había mantenido reservas sobre el nivel de apoyo militar directo a Ucrania. “Veremos si podemos poner a disposición algunos”, declaró entonces el mandatario.
Durante su reunión en Países Bajos, Zelenski volvió a urgir a Washington a incrementar su respaldo militar, señalando la necesidad urgente de más defensas antiaéreas para contrarrestar los bombardeos rusos, e incluso propuso iniciar una cooperación bilateral para la fabricación conjunta de drones.
Los misiles Patriot, utilizados por primera vez en Ucrania durante la administración de Joe Biden, se han convertido en un pilar estratégico de la defensa ucraniana frente a los ataques aéreos del Kremlin. Su potencial refuerzo ahora dependería de la decisión de Trump, quien mantiene una relación tensa pero funcional con Zelenski.
Pese a las diferencias personales entre ambos líderes —acentuadas por un desaire diplomático de Trump a inicios de año— la intensificación del conflicto en Europa del Este ha obligado a reabrir los canales de diálogo. Para ambos gobiernos, el objetivo es claro: contener la ofensiva rusa del presidente Vladímir Putin y evitar una escalada aún mayor en la región.
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