La empresa dedicada al procesamiento de ganado porcino, Granjas Carroll México, no ha incurrido en ningún tipo de irregularidad en materia ambiental y ha cumplido con todas las disposiciones dentro de la competencia del estado de Puebla.
Así lo declaró la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Rebeca Bañuelos Guadarrama, quien aseguró que hasta el momento no se ha encontrado evidencia científica que compruebe que esta empresa incurre en daño ambiental.
Esto ocurrió luego de que, el pasado mes de enero, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, solicitara la realización de un estudio técnico que ayude a determinar el nivel de contaminación que genera la actividad de Granjas Carroll.
«La empresa trabaja dentro del marco normativo vigente. No se ha encontrado evidencia científica que señale algún incumplimiento en materia ambiental. Hasta el momento ellos cumplen con el ámbito ambiental en cuanto a la competencia del estado.»
Bañuelos Guadarrama indicó que, en lo que va de la actual administración, la dependencia que encabeza ha llevado a cabo varias visitas, en las que se ha revisado la actividad de esta empresa en el territorio poblano.
En ese sentido, detalló que sólo se encontró que tiene vigentes Manifestaciones de Impacto Ambiental ingresadas al gobierno federal entre 2001 y 2019. Asimismo, indicó que tienen pendientes de renovación un total de 13 plantas de manejo de residuos.
Reveló además que el martes 1 de julio se les hizo otra visita para conocer su modelo de economía circular, para el aprovechamiento de los desechos de animales en la generación de gas y combustible.
Del mismo modo, reconoció que desde el gobierno estatal se les ha dado acompañamiento para que tengan todas sus certificaciones en orden y así evitar que su actividad industrial provoque daños en el aire.
Cabe mencionar que, por años, Granjas Carroll ha sido señalada de consumir hasta 9 millones de metros cúbicos en la cuenca Libres-Oriental, además de que se le ha criticado por usar medicamentos y plaguicidas, cuyos residuos han sido detectados en el agua de la zona.
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