La incursión política de Elon Musk ha provocado incomodidad en sectores del gobierno estadounidense, según declaraciones recientes del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien ofreció su perspectiva sobre el anuncio del magnate durante una entrevista televisiva.
El empresario anunció la creación del «Partido América», una formación política que, según él, tiene como meta principal «restaurar la libertad» y «romper con el sistema unipartidista». Sin embargo, desde la administración federal se percibe que esta decisión podría estar más motivada por posturas personales que por un respaldo social sustancial.
Desde el punto de vista de Bessent, las cifras de apoyo a Musk no reflejan una base popular lo suficientemente sólida como para justificar esta movida política. Aunque reconoció que algunas de las reformas impulsadas por el empresario durante su paso por una oficina gubernamental relacionada con la reducción del gasto público ganaron popularidad, su figura personal no logró el mismo nivel de aceptación, algo que se evidencia en los sondeos de opinión.
Además, el funcionario sugirió que la reacción entre los consejos directivos de las empresas de Musk podría no haber sido favorable. Señaló que los líderes empresariales que trabajan con el multimillonario probablemente preferirían verlo enfocado en sus proyectos tecnológicos y comerciales, áreas en las que consideran que aporta mayor valor, antes que embarcado en un proyecto político que podría generar distracción o controversia.
La creación del nuevo partido llega tras la aprobación de la controvertida ley fiscal impulsada por el expresidente Donald Trump, conocida como el ‘One Big Beautiful Bill Act’. Musk ha sido un crítico abierto de esta legislación, alertando sobre su posible impacto negativo en la economía. Según su análisis, esta ley incrementaría la deuda nacional y causaría una pérdida significativa de empleos.
El enfrentamiento político entre Musk y Trump parece haberse intensificado tras la firma de la ley, y el lanzamiento del Partido América podría verse como una respuesta directa a ese contexto legislativo, más que como un movimiento con verdadero respaldo ciudadano.
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