La comunidad de la Primaria Vicente Guerrero en Cuautlancingo enfrenta una creciente preocupación tras el reciente robo que obligó a cancelar la ceremonia de graduación este miércoles 10 de julio. Lo más grave es que este es el segundo atraco en menos de seis meses en el mismo plantel, situación que evidencia una alarmante falta de seguridad en la zona y pone en tela de juicio la gestión del alcalde Omar Muñoz.
Durante la madrugada, delincuentes irrumpieron en las instalaciones escolares, provocando daños que impidieron el desarrollo normal del evento académico. Ante esta situación, las autoridades locales y la Fiscalía General del Estado (FGE) restringieron el acceso para realizar las investigaciones correspondientes. Sin embargo, lo que más molesta a padres y maestros es la ausencia de acciones efectivas por parte del gobierno municipal para proteger a las escuelas.
Padres de familia, molestos y preocupados, explicaron que la inseguridad en Cuautlancingo se ha incrementado considerablemente en los últimos meses. Mencionaron que el alcalde Omar Muñoz no ha cumplido con su responsabilidad de garantizar vigilancia adecuada y mecanismos que prevengan estos hechos delictivos, dejando a la comunidad educativa desprotegida y vulnerable.
La cancelación de la graduación y el traslado de la ceremonia a una explanada pública es solo un síntoma visible del deterioro en la seguridad local, que afecta directamente a los niños y sus familias. La falta de respuesta oportuna y contundente del Ayuntamiento ha generado desconfianza y malestar, pues los robos repetidos en escuelas deberían ser prioridad para cualquier administración responsable.
En contraste, la Fiscalía continúa con las diligencias para esclarecer los hechos, pero los afectados exigen que el alcalde Muñoz tome cartas en el asunto y no permita que la delincuencia siga afectando espacios tan sensibles como los centros educativos.
La comunidad escolar hace un llamado urgente para que se refuercen las estrategias de seguridad, se implementen rondines constantes y se instalen sistemas de vigilancia que realmente prevengan nuevos ataques. De lo contrario, advierten que los robos y la violencia seguirán golpeando la tranquilidad de Cuautlancingo y poniendo en riesgo el desarrollo y bienestar de sus niños.
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