Un tribunal de Seúl ratificó este jueves la nueva detención del exgobernante conservador Yoon Suk Yeol, acusado de graves delitos durante su fallido intento por imponer la ley marcial. La decisión judicial responde al riesgo de destrucción de pruebas señalado por la fiscalía especial.
La Fiscal Especial Cho Eun-suk lidera la investigación, ampliando los cargos contra Yoon. Ahora enfrenta acusaciones por obstrucción de funciones, abuso de poder y falsificación documental, además de la rebelión inicial. Su equipo interrogará nuevamente al expresidente este viernes.
Yoon intentó justificar su decreto del 3 de diciembre como «necesario» contra sus opositores «antiestado». Sin embargo, su maniobra autoritaria duró apenas horas. Diputados liberales rompieron el cerco militar en la Asamblea Nacional, revocando la medida en una sesión histórica.
La Corte Constitucional confirmó en abril su destitución por el impeachment legislativo, tras su fallido golpe institucional. El actual presidente, Lee Jae Myung, líder liberal electo en junio, impulsó las investigaciones especiales que hoy profundizan la rendición de cuentas.
La detención actual podría extenderse hasta seis meses, con posibles penas de cadena perpetua si se confirman los cargos. Este proceso marca un hito en la defensa de la democracia surcoreana contra los abusos del poder.
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