La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó este martes su enérgico rechazo a la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de imponer un arancel del 17.09% a las importaciones de jitomate mexicano, medida que calificó de unilateral, injusta y perjudicial tanto para la economía mexicana como para los consumidores estadounidenses.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum adelantó que su gobierno presentará la próxima semana un paquete de acciones para respaldar al sector agrícola nacional, particularmente a los productores de jitomate y de ganado, en el marco del llamado Plan México. Declaró la mandataria:
“Primero, no estamos de acuerdo con esta medida. Es un acuerdo que ya se había retirado y que ahora se reincorpora, pese al impacto que tiene en la economía y en los consumidores de Estados Unidos”.
Sheinbaum aseguró que, pese al arancel, el jitomate mexicano seguirá siendo exportado, dado que “no tiene sustituto real en el mercado estadounidense”.
Durante su intervención, Sheinbaum leyó un comunicado firmado por cinco de las principales asociaciones de productores de jitomate, en el que se resalta que el consumo anual de esta hortaliza en Estados Unidos supera las 6,500 millones de libras, de las cuales México abastece cerca de 4,300 millones. Apenas un 9% proviene de otros países, lo que convierte a México en el principal proveedor y en un actor insustituible del mercado norteamericano.
La presidenta subrayó que los agricultores mexicanos cuentan con el respaldo de su administración, así como del acompañamiento de la Secretaría de Agricultura (Sader), la Secretaría de Economía (SE) y la Embajada de México en Washington. Los productores, por su parte, agradecieron ese respaldo y destacaron su importancia en el proceso de negociación.
Sheinbaum también señaló que la mayor presión para imponer el arancel proviene de productores de Florida, quienes históricamente han promovido restricciones al jitomate mexicano bajo argumentos de competencia desleal.
Además, recordó que aún está en marcha una mesa de diálogo entre autoridades mexicanas y estadounidenses, que concluirá el próximo 1 de agosto, y expresó su esperanza de alcanzar acuerdos que favorezcan tanto a los productores como al comercio bilateral. No obstante, advirtió que, en caso de no lograr avances, su gobierno dará a conocer nuevas medidas en defensa del campo mexicano.
En relación con la reciente decisión de Estados Unidos de cerrar su frontera a las importaciones de ganado mexicano —anunciada el pasado 9 de julio—, Sheinbaum calificó la medida como “injusta” y reiteró que también se están preparando alternativas de apoyo para ese sector. Concluyó la presidenta:
“El mayor impacto será para Estados Unidos, porque es muy difícil sustituir el jitomate mexicano”.
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