En el Congreso local de Puebla, Nay Salvatori ha logrado destacar, pero no precisamente por su trabajo legislativo, sino por acumular ausencias, generar controversias en redes sociales y hacer declaraciones que reafirman que sus prioridades parecen estar lejos de la tribuna.
A casi un año del inicio de la LXII Legislatura, la diputada del distrito 18 de Cholula ostenta el primer lugar en inasistencias, con cinco faltas registradas en sesiones ordinarias, todas justificadas, pero igualmente llamativas considerando que se trata de sesiones obligatorias para los 41 legisladores. Sus ausencias se han registrado entre enero y junio de 2024, en momentos clave del trabajo legislativo.
Mientras tanto, en sus redes sociales, Salvatori continúa activa compartiendo contenidos sobre su ropa, su estilo de vida y mensajes controversiales, que van desde rechazar el uso del IMSS alegando que “no quiere quitarle el lugar a quien lo necesita”, hasta calificar a los niños que llevan comida chatarra a la escuela como «futuros extorsionadores». Estas declaraciones han generado indignación en la opinión pública, sin que haya una respuesta institucional de su parte.
Lo que más preocupa es que, en el Congreso, su actividad legislativa ha sido prácticamente nula: ha presentado 18 iniciativas, pero ninguna ha sido aprobada. En otras palabras, su impacto en la producción de leyes es inexistente hasta el momento.
Este bajo rendimiento contrasta con la imagen que intenta proyectar como figura influyente en redes sociales, donde suma millones de seguidores. La diputada parece más interesada en mantener su presencia digital que en cumplir con su responsabilidad de legislar para los poblanos.
El caso de Nay Salvatori no es aislado, pero sí el más evidente. Le siguen en ausencias Xel Arianna Hernández y Esther Martínez, ambas del PT; Elpidio Díaz, de Fuerza Por México, y Beatriz Manrique, del Partido Verde. Sin embargo, ninguno de ellos ha capitalizado tanto la polémica como Salvatori, quien convierte cada aparición pública en una controversia más.
En una legislatura dominada por la 4T desde septiembre de 2024, la expectativa era un Congreso más comprometido con los ciudadanos, pero perfiles como el de Nay Salvatori dejan claro que, para algunos legisladores, la visibilidad personal está por encima de la responsabilidad institucional.
Foto: Agencia Enfoque