Mike Johnson frena votación sobre caso Epstein en la Cámara Baja y crecen tensiones por vínculo con Trump

La decisión se mantiene pese a la presión de legisladores que buscan publicar documentos para demostrar transparencia

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Mike Johnson, decidió frenar cualquier intento de votación relacionado con la publicación de los archivos del caso Jeffrey Epstein antes del receso de verano del Congreso, que se extiende hasta septiembre. La decisión ha desatado fuertes críticas dentro y fuera del Capitolio, en un momento en que aumentan las presiones para esclarecer posibles nexos de figuras públicas con la red de explotación infantil que lideraba el fallecido financista.

“Creo que necesitamos que el Gobierno tenga el espacio para hacer lo que está haciendo”, afirmó Johnson ante la prensa, argumentando que no es el momento adecuado para que el Congreso intervenga. No obstante, su negativa a impulsar la transparencia en un caso que ha conmocionado al país ha generado especulaciones sobre su cercanía política con el presidente Donald Trump, quien ha sido relacionado en diversas ocasiones con Epstein.

Aunque Johnson permitió que el Comité de Reglas avanzara una resolución simbólica para exigir la desclasificación de los documentos, no está claro si dicha resolución será llevada al pleno. Detrás del telón, legisladores aliados de Trump buscan contener el impacto de cualquier posible filtración, mientras otros miembros del Partido Republicano comienzan a distanciarse.

Uno de ellos es el congresista Thomas Massie (R-Kentucky), quien lidera un esfuerzo bipartidista para forzar la votación mediante una “petición de descargo”, un mecanismo poco común que permitiría sortear el control de Johnson sobre la agenda legislativa. La medida ya ha sido firmada por al menos diez republicanos y cuenta con respaldo casi asegurado de los demócratas, aunque no podrá activarse hasta que concluya el receso legislativo, después del Día del Trabajo.

En medio de la controversia, el nombre de Trump volvió a estar en el centro del debate. Según reveló The Wall Street Journal el 17 de julio, el presidente habría enviado a Epstein en 2003 una serie de cartas con tono sexual, incluyendo un dibujo explícito firmado con su nombre. El mismo Trump respondió al día siguiente demandando al diario por difamación, asegurando que “no existe ninguna carta ni dibujo auténticos”.

La reacción de la Casa Blanca fue igualmente dura: el equipo de comunicación de Trump retiró el acceso del Wall Street Journal a su gira por Escocia, donde el mandatario pasará varios días en sus campos de golf. “Ni este ni ningún otro medio tienen garantizado acceso especial”, declaró su portavoz Karoline Leavitt, en una respuesta que analistas consideran una represalia directa por la investigación periodística.

Desde la bancada demócrata, el líder Hakeem Jeffries fue tajante: “Donald Trump está asustado por lo que contienen los archivos del caso Epstein. No lo olvidemos: Epstein fue arrestado, detenido y se ‘suicidó’ bajo su administración. Y era su amigo personal”.

El caso Epstein, cuya red de tráfico sexual de menores implicó a miembros de las élites económicas y políticas globales, continúa siendo un punto de inflexión para el debate público sobre la rendición de cuentas.

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Foto: X

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