25 DE JULIO DE 2025.– El conflicto armado entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), junto con la reanudación de la violencia intercomunitaria en Darfur, ha forzado a millones de personas a abandonar sus hogares en Sudán. Desde el estallido de la violencia, el 15 de abril de 2023, la población civil ha enfrentado bombardeos, ataques, violencia sexual, hambre y brotes de enfermedades, obligando a innumerables familias a huir, a menudo en múltiples ocasiones, en busca de protección y asistencia vital.
De acuerdo a un informe publicad este viernes por la Oficina de Onu para los Refugiados (Unhr), la mayoría de los desplazados son mujeres, niños y otras personas vulnerables como ancianos, personas con discapacidad y aquellos con condiciones médicas, quienes llegan a zonas fronterizas remotas donde los servicios de apoyo están bajo una presión extrema.Dr
Nuevos brotes de violencia en Darfur expulsan a familias de sus hogares
Aunque una reducción en las hostilidades en la capital, Jartum, y otras áreas urbanas importantes ha permitido el acceso a refugiados y desplazados que estuvieron aislados de la ayuda durante dos años, los intensos combates en el estado de Darfur del Norte han provocado una nueva ola de desplazamientos masivos, incluyendo personas de los campamentos de Zamzam y Abu Souk.
La infraestructura vital en varias partes del país ha colapsado, y el acceso a servicios básicos como agua potable, atención médica y refugio es severamente limitado. Millones de niños enfrentan niveles agudos de inseguridad alimentaria, y más de una docena de regiones están al borde de la hambruna. En algunas áreas de difícil acceso para las agencias de ayuda, ya se han confirmado condiciones de hambruna. Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ha calificado la situación en Sudán como «la definición de una tormenta perfecta», lamentando la pérdida de una generación debido a la guerra y la ineficacia de los esfuerzos de paz.
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