Donald Trump, presidente de Estados Unidos, finalmente rompió el silencio: reconoció que en Gaza hay una hambruna real y exigió al gobierno de Israel que permita el ingreso de “hasta la última gota de comida”. Las declaraciones fueron emitidas durante su gira por el Reino Unido, donde sostuvo encuentros con el primer ministro británico, Keir Starmer, en el club de golf Turnberry, propiedad del magnate estadounidense.
Trump contradijo directamente a su aliado Benjamin Netanyahu, quien días antes negó la existencia de hambre en Gaza. En contraste, el presidente estadounidense reconoció públicamente que las imágenes de niños desnutridos muestran una crisis humanitaria innegable. “Lo veo, es real, no se puede fingir”, sentenció.
La visita de Trump se produce en medio de crecientes denuncias internacionales por el bloqueo israelí, que ha restringido drásticamente el ingreso de alimentos, medicinas y ayuda básica a Gaza. En las últimas semanas, decenas de palestinos han muerto por inanición, de acuerdo con organismos humanitarios y agencias de la ONU.
Durante una rueda de prensa de más de una hora junto a Starmer, Trump también abordó otros temas internacionales, como la guerra en Ucrania. Aseguró estar “muy decepcionado” con Vladimir Putin por la continuidad de los ataques a civiles y prometió imponer sanciones a los socios comerciales de Rusia si no se detiene el fuego en un plazo de 10 a 12 días.
En el frente interno británico, Trump no perdió la oportunidad de influir: aconsejó a Starmer reducir impuestos y endurecer la política migratoria si quiere ganar las próximas elecciones. Incluso se refirió favorablemente a Nigel Farage, líder de la ultraderecha británica, lo que causó incomodidad al primer ministro laborista.
Según medios británicos, Starmer presionó en privado a Trump para actuar en Gaza, y públicamente se refirió a la situación como una “catástrofe absoluta”, exigiendo un alto al fuego inmediato. El Reino Unido anunció que colabora con Jordania para realizar lanzamientos aéreos de ayuda, mientras que Israel, ante la presión internacional, accedió a suspender combates en ciertas zonas durante 10 horas diarias.
Starmer también convocará una reunión de emergencia con su gabinete para discutir un plan de paz que prepara junto con Francia y Alemania. En paralelo, más de 220 parlamentarios y varios ministros exigen al primer ministro el reconocimiento inmediato del Estado palestino, una medida que Francia ya anticipó que formalizará en septiembre en la ONU.
Mientras tanto, Trump afirmó que su gobierno y sus aliados establecerán centros de alimentación sin restricciones en la región, aunque no ofreció detalles sobre cómo funcionarán ni en qué plazos.
Fuera de los salones diplomáticos, la visita de Trump desató protestas en Escocia. Un centenar de manifestantes se congregaron cerca de su campo de golf en Aberdeenshire ondeando banderas palestinas y denunciando el gasto público destinado a su gira. Las pancartas también cuestionaban sus políticas contra migrantes, personas trans y mujeres.
Las movilizaciones fueron acompañadas por un fuerte despliegue policial que incluyó francotiradores en las dunas, bloqueos en playas y restricciones al acceso local.












