KAMCHATKA, RUSIA, 3 DE AGOSTO DE 2025. El volcán Krasheninnikov, uno de los más emblemáticos y activos de la la península de Kamchatka, entró en erupción ayer sábado, cinco días después de registrarse en la región un sismo de 8.8 grados, uno de los más fuertes en los últimos 50 años. Según el Servicio Geológico de Rusia, el movimiento telúrico afectó a miles de residentes, provocó deslaves y cortes en las comunicaciones.
Sin embargo, el evento más catastrófico se desencadenó con la actividad volcánica en curso, la primera desde 1463 del Krashenninikov. La erupción comenzó a manifestarse con columnas de ceniza que alcanzaron los 8 kilómetros de altura, acompañadas de expulsión de lava y flujos piroclásticos. Las autoridades locales declararon alerta máxima y procedieron a ordenar la evacuación preventiva en un radio de 30 kilómetros alrededor del volcán. La ceniza ha afectado la visibilidad y la calidad del aire, mientras que la actividad sísmica y volcánica sigue siendo monitoreada de forma intensiva.
Olga Girina, líder del Equipo de Respuesta a Erupciones Volcánicas de Kamchatka, declaró que se trata de «la primera erupción históricamente confirmada del volcán Krasheninnikov en 600 años» y señaló que la columna de cenizas alcanzó los 6 kilómetros de altura, desplazándose hacia el este, sobre el océano Pacífico.
Las autoridades rusas, incluyendo el Ministerio de Servicios de Emergencia de Kamchatka, informaron que no hay asentamientos humanos en el camino de la nube de cenizas, por lo que no se registraron daños directos a poblaciones. Sin embargo, se emitió código de acción naranja para aeronaves debido al riesgo por la presencia de ceniza en la atmósfera. El sismo que generó la erupción también provocó alertas de tsunami en distintas zonas de la península.
Entre los testimonios de quienes vivieron el fenómeno, un habitante local señaló:
«Se sintió un temblor fuerte y luego vimos cómo el volcán lanzaba cenizas en el cielo de madrugada. Fue impresionante pero también aterrador».
Las autoridades federales y provinciales continúan monitoreando la situación para garantizar la seguridad en la zona y evaluar eventuales riesgos posteriores. Equipos de rescate, junto a especialistas en vulcanología, trabajan sin descanso para evaluar daños y contener los riesgos. Por ahora, hasta el cierre de este informe, no se han reportado víctimas mortales.
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