3 DE AGOSTO DE 2025. Miles de personas en el norte de Mozambique se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia, exacerbando una crisis humanitaria ya grave, según un informe publicado este domingo 3 de agosto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Desde principios de 2025, más de 95 mil personas han sido desplazadas solo en la provincia de Cabo Delgado.
El informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) detalla que los ataques de grupos armados entre el 20 y el 28 de julio causaron que al menos 46 mil 667 personas tuvieran que abandonar sus casas en los distritos de Chiúre, Ancuabe y Muidumbe. Chiúre ha sido la zona más afectada, con más de 42 mil desplazados, de los cuales más de la mitad son niños.

Estas familias se refugian en lugares sobrepoblados, donde la falta de comida, albergue y otros artículos básicos es urgente. La ONU también ha alertado sobre un alto número de niños que han quedado solos, separados de sus familias.
Además de los conflictos, Mozambique enfrenta otros problemas graves como desastres naturales, enfermedades y una gran escasez de dinero para la ayuda. De los 352 millones de dólares que se necesitan para el plan de respuesta humanitaria de este año, solo se ha recibido el 19%. Esta falta de fondos ha obligado a las agencias a reducir drásticamente el número de personas a las que pueden ayudar, pasando de 1.1 millones a solo 317 mil. La ONU ha solicitado con urgencia más apoyo económico para evitar que la situación empeore.
El conflicto en el norte de Mozambique, centrado en la provincia de Cabo Delgado, es una crisis humanitaria y de seguridad que comenzó en 2017. Grupos armados no estatales, vinculados al Estado Islámico, han atacado pueblos y ciudades, provocando el desplazamiento de más de un millón de personas a lo largo de los años.
El conflicto se origina en la desigualdad económica, la marginación social y las tensiones étnico-religiosas, agravadas por la riqueza en gas natural de la zona, que no beneficia a la población local. La respuesta humanitaria se ha visto limitada por la inseguridad y la falta de fondos, lo que dificulta la atención a las necesidades urgentes de la población, como alimento, refugio y protección.
FOTOGRAFÍA: HUMAN RIGHTS WATCH