WASHINGTON D. C., 7 DE AGOSTO DE 2025. La voluntad omnipotente del presidente de EE.UU, Donald Trump, busca trascender nuevos confines. En concreto, la voluntad presidencial ya presume suficiencia jurisdiccional para orquestar cambios de régimen en los despachos principales de corporaciones privadas estadounidenses.
Este es el caso de Intel, una de las mayores firmas tecnológicas en el olimpo de Silicon Valley y una de las Casas Mayores que detentan el Tecnado de América del Norte. La mañana de este jueves, su director general, Lip-Bu Tan, torpedeado desde la Casa Blanca con acusaciones de mantener un perfil “altamente conflictuado“ , dada la amplitud de los canales comerciales que mantiene con Pekín, y especialmente, con el complejo industrial-militar de la República Popular de China, cuya capacidad de liquidez le hace apetecible para la cartera de clientes de cualquier firma tecnológica cuyo ecosistema sean las grandes ligas del capital internacional.
«El CEO de Intel está altamente CONFLICTUADO y debe renunciar de inmediato. No existe otra solución a este problema“, publicó Trump la mañana de este jueves en su cuenta de Truth social. No ofreció recibos ni mayores señas para respaldar su dicho.
A pesar de que Intel no respondió de forma inmediata a la acusación del presidente, el mercado bursátil sí lo hizo: a partir de la publicación de Trump contra Lip-Bu Tan, el valor de cada acción de Intel descendió de 20.05 dólares (9.40 am, GMT-4) a 19.70 dólares (10.55 am GMT-4) .
El empresario malayo Lip Bu-Tan asumió la presidencia de Intel el 18 de marzo de 2025, desplazando al tándem ejecutivo que ejercían David Zinser y Michelle Jhonston Holthaus. Además, como estaba anunciado desde esa fecha, el ejecutivo retomó su lugar en la Mesa Directiva de Intel, a la que había renunciado en agosto de 2024.
Sobre los atributos ejecutivos de Lip Bu-Tan, Frank B. Yeary, otro miembro de Mesa Directiva Intel y director temporal de la corporación durante la búsqueda del nuevo CEO, expresó en el nombramiento del nuevo director corporativo:
“Lip-Bu es un líder excepcional cuya experiencia en la industria tecnológica, profundas relaciones en los ecosistemas de productos, y una trayectoria demostrada en la creación de valor para los accionistas es justo lo que Intel necesita en su próximo CEO —dijo Yeary—. A lo largo de su larga y distinguida carrera, se ha forjado una reputación como un innovador que prioriza al cliente en todo lo que hace, ofrece soluciones diferenciadas para triunfar en el mercado y construye culturas de alto rendimiento para alcanzar el éxito.»
Intel Corporation: el gigante de Santa Clara en la industria del microprocesador
Fundada en 1948 en Santa Clara, California, Intel Corporation es una empresa multinacional con oficinas centrales en Delaware, enfocada en diseño, manufactura y venta de componentes de computadoras, tales como sus afamados CPUs, unidades de procesamiento gráfico y tarjetas de red.
Cerró el año fiscal 2024 con un fuerte negativo: -38-64% en el margen de ganancias. Voces autorizadas apuntan a que esta cifra global y la encendida coloración roja que en su trazo sangra fue el eyector que expulsó al tándem Zinser -Holthaus de la Cabina de Controles Intel. En agosto de 2025, navega los temporales de la coyuntura tecnológica con una capitalización vigente de mercado de 86 mil 719 millones de dólares.
Por su preeminente posición en el mercado estadounidense y subsidiarios nacionales en el rubro de microprocesadores, el gobierno estadounidense la considera empresa estratégica para la seguridad nacional y la «preservación del margen de vanguardia» en que dicho país dice ubicarse.
Pregunta del millón: ¿Por qué renunció Lip Bu-Tan a la Mesa Directiva Intel en 2024?
La salida de Lip-Bup Tan del consejo de administración de Intel en agosto de 2024 se atribuyó oficialmente a una «decisión personal» de reordenar sus compromisos. Sin embargo, un análisis más profundo de las circunstancias revela que su dimisión se debió principalmente a importantes desacuerdos estratégicos y operativos con el entonces director ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger, y otros miembros del consejo. Estos puntos de discordia se centraban en las ineficiencias organizativas de Intel, en particular su «sobredimensionada plantilla» y su «cultura burocrática», su percibida «cultura de aversión al riesgo» y una «estrategia de IA rezagada». Esta salida se produjo en medio de un período de graves dificultades financieras para Intel, marcado por la disminución de los ingresos, previsiones de beneficios negativas y el anuncio de un importante plan de reducción de costes que incluía importantes recortes de plantilla.
El inesperado regreso de Lip-Bup Tan sugiere que las preocupaciones y críticas que planteó como miembro de la junta directiva fueron finalmente reconocidas y aceptadas por la dirección de la empresa como esenciales para su recuperación. Las controversias posteriores sobre sus supuestos vínculos con empresas chinas, si bien significativas para su gestión como director ejecutivo, no influyeron en su renuncia inicial a la junta directiva en agosto de 2024.
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