En una decisión inédita, el gobierno de Friedrich Merz anunció la suspensión “hasta nuevo aviso” de licencias de exportación de armamento a Israel que pueda emplearse en operaciones en la Franja de Gaza.
La medida responde a la ofensiva militar sobre Ciudad de Gaza, que ha generado una catástrofe humanitaria con miles de víctimas civiles, hambruna y cortes masivos de servicios básicos.
Un giro con peso simbólico y estratégico
Alemania es el segundo proveedor de armas de Israel tras Estados Unidos. Entre 2020 y 2024 aportó el 33 % de sus importaciones de armamento mayor, incluyendo fragatas Sa’ar-6, torpedos y motores para blindados. Desde octubre de 2023 hasta mayo de 2025 emitió licencias por 485 millones de euros.
Ahora, el envío de munición, repuestos y componentes electrónicos queda paralizado. Merz condicionó cualquier reanudación a un alto el fuego y a la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones.
Fundamento legal y presión interna
La suspensión se basa en la Ley de Control de Armas de Guerra, la Ley de Comercio Exterior y la Posición Común 2008/944/PESC de la UE, que obligan a denegar licencias cuando existe un riesgo claro de violaciones graves al derecho internacional humanitario (DIH).
Además, el 73 % de la población alemana respalda controles más estrictos o la suspensión total de exportaciones a Israel mientras dure el conflicto.
Impacto político y regional
La decisión alemana envía un mensaje de aislamiento diplomático a Tel Aviv y podría alentar a otros países europeos a adoptar restricciones similares, aumentando la presión internacional para frenar la ofensiva y abrir negociaciones de alto el fuego con intercambio de rehenes.