El anuncio del concierto de Marilyn Manson en San Luis Potosí ha desatado una reacción virulenta por parte de grupos conservadores que, con argumentos religiosos, buscan censurar la presentación del artista. La protesta incluye ayunos colectivos, cadenas de oración y llamados a la cancelación del evento.
Rezos, ayunos y moralismo religioso
Organizaciones como el Frente Nacional por la Familia y la Unión de Padres de Familia convocaron acciones religiosas para presionar a las autoridades. Acusan al artista estadounidense de promover el «satanismo», «el caos» y de ser una «amenaza espiritual para los jóvenes», pese a que no existe ninguna base concreta para tales afirmaciones.
La derecha religiosa contra la libertad cultural
Este intento de censura se suma a una larga serie de ofensivas conservadoras que pretenden imponer una moral religiosa en el espacio público, negando la pluralidad cultural y el carácter laico del Estado. En lugar de promover el diálogo o el respeto a la diversidad artística, estas agrupaciones recurren al miedo y la presión moral.
Silencio oficial ante la presión conservadora
Ni el gobierno estatal ni el municipio de San Luis Potosí han fijado postura. Mientras tanto, los organizadores confirmaron que el concierto sigue programado para el 1 de octubre en El Domo, y que se tomarán todas las medidas necesarias de seguridad.
¿Libertad artística o imposición moral?
El caso Marilyn Manson revela el avance de una agenda conservadora que no solo intenta censurar el arte, sino que se apropia del espacio público para imponer creencias religiosas como norma cultural. La defensa del arte y la libertad de expresión es hoy más urgente que nunca.