El Gobierno de Puebla oficializó la declaratoria de Patrimonio Cultural Intangible a los procesos artesanales del “Pan de Zacatlán relleno de queso”, una tradición centenaria que refleja la identidad y la herencia gastronómica de la Sierra Norte. El decreto, publicado el 10 de noviembre en el Periódico Oficial del Estado, es resultado de un trabajo de más de tres años de investigación y gestión comunitaria.
Durante la presentación del reconocimiento, la presidenta municipal Bety Sánchez expresó su satisfacción por el logro colectivo, destacando que este nombramiento es fruto de la unión entre autoridades y panaderos locales. La funcionaria resaltó que el decreto no solo preserva una receta, sino también la historia de un pueblo que ha hecho del pan un símbolo de orgullo y pertenencia.
Por su parte, el profesor Lorenzo Díaz, representante del gremio panadero, explicó que el proceso incluyó una amplia documentación histórica, entrevistas con familias fundadoras y la recopilación de recetas transmitidas de generación en generación. Mencionó además que el primer impulso para este reconocimiento surgió años atrás bajo la gestión de José Luis Márquez, exalcalde del municipio.
El pan de Zacatlán, con más de un siglo de existencia, destaca por su singular equilibrio entre lo dulce y lo salado: una masa azucarada que envuelve un relleno de queso o requesón, horneada tradicionalmente en hornos de piedra. Esta peculiaridad lo convierte en una de las joyas culinarias más representativas de Puebla.
El decreto contempla cinco medidas fundamentales para garantizar su preservación:
- Transmisión de saberes mediante talleres y educación formal e informal.
- Identificación y registro histórico de panaderías tradicionales.
- Creación de un Consejo Consultivo de Panaderos y la instauración del “Día de las y los Panaderos”.
- Promoción y divulgación cultural a través de publicaciones y eventos gastronómicos.
- Revitalización con actividades que incentiven a las nuevas generaciones a mantener viva la tradición.
Durante la ceremonia también participaron representantes de asociaciones panaderas y culturales, como Aarón Morales, María Elena Muñoz y Yessica Arroyo, quienes coincidieron en que este reconocimiento fortalece el sentido de comunidad y fomenta el turismo cultural.
Con esta declaratoria, Zacatlán se une al selecto grupo de platillos poblanos reconocidos como Patrimonio Cultural Intangible, junto al Chile en Nogada y el Mole de Caderas. El gobierno estatal, encabezado por Alejandro Armenta, busca con ello proteger las técnicas originales y promover la identidad gastronómica del estado.
Más allá de su sabor, el pan relleno de queso representa la historia viva de un pueblo que ha sabido conservar su esencia entre aromas de horno, azúcar y requesón. Zacatlán, tierra de panaderos, celebra ahora que su legado ya es parte del patrimonio cultural de Puebla.
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