Columnas

“Patria, Familia y Libertad”, en la Puebla de los ángeles

El éxito político, social y electoral de la 4T en el año 2018, y la continuidad del proyecto en 2024, puede resumirse sin gran complicación al concepto “Por el Bien de Todos, Primero los Pobres”; siendo este lema no solamente la base narrativa del movimiento de regeneración nacional, sino, la traducción discursiva de su política pública. En retrospectiva puede simplificarse ese mantra a la acción de “sacar” de la pobreza a más de 13 millones de personas. Representando el “primero los pobres” una síntesis del éxito gubernamental de morena.

Tuvieron que pasar aproximadamente 8 años para que el PAN cobrara conciencia de que la disputa política que impulsó morena es también una batalla que debe darse en los marcos ideológicos y discursivos. Siendo así, su relanzamiento, una mezcla de los “valores” pregonados por el Franquismo español, el fascismo italiano, y el conservadurismo mexicano enarbolado por sectas políticas como lo es –o fue- el Yunque.

“Patria, Familia y Libertad” es la forma en la que Acción Nacional hace guiños a la derecha internacional, y gesta de inicio una articulación narrativa, que puede desembocar en una articulación financiera e injerencista. Como ha ocurrido con Milei, Bukele y otros tantos, en sociedad con Donald Trump y la derecha estadounidense.

Es entonces acertada –y necesaria- la polarización que el PAN oferta a sus bases militantes y a otros sectores que no coincidían con la endeble alianza del PRI y el PAN. Desafortunadamente –para la derecha mexicana- los conceptos narrativos deben ser desarrollados, defendidos y extrapolados por “voceros”, que interioricen y materialicen los conceptos en el debate público del día a día.

Siendo Puebla una de las entidades federativas –junto con Guanajuato y Querétaro- donde más eco podría resonar un discurso abiertamente de derechas, Puebla carece de un liderazgo que comparta esa visión de sociedad y que pueda defenderla en el debate de las ideas.

En enero se cumplirá un año de la asunción de Mario Riestra como dirigente estatal del PAN en Puebla. Un año de verdadera intrascendencia en términos de posicionamiento político. Su silencio no es casual. Riestra tiene una larga lista de pendientes judiciales que salieron a flote en el marco de la campaña a la presidencia municipal de 2024, mismos que fueron retomados en febrero de este año, -un mes después de su llegada a la dirigencia estatal- por el periodista Salvador García en una columna publicada por “El Universal”. En ella se relata los negocios irregulares que Mario fraguo con su clan familiar –sus hermanos Rodrigo y Susana- en exclusivas zonas de Playa del Carmen y Cancún, en contubernio con la presunta mafia inmobiliaria rumana.

Mario Riestra tiene un congelamiento político producto de sus presuntos actos ilícitos, mismos que le impiden declarar y hacer frente discursivo en su rol de dirigente opositor. Aunado a lo anterior carece de identidad ideológica en los valores que actualmente reivindica el panismo, Mario Riestra no es un hombre de extrema derecha, sino un político empresarial. Siendo en Puebla el único cuadro político capaz de asumir esa identidad Eduardo Rivera, cuya raquítica participación política lleva pensar más a un retiro o renovación familiar encarnada en su esposa, Liliana Ortiz, que en el propio Lalo.

Otra de las muestras de lo intrascendente que resulta Mario Riestra para la converación política poblana es el reciente cruce declarativo que el gobernador del Estado, Alejandro Armenta, tuvo con el panismo en general, después de que legisladores locales, encabezados por Marcos Castro, exigieran la comparecencia del Secretario de Seguridad estatal, a partir de recientes hechos violentos.

El gobernador Armenta respondió contundente y responsabilizó al panismo poblano de proteger a los huachicoleros en nuestra entidad. Hechos notorios en el análisis público, pues fue en el sexenio de Rafael Moreno Valle donde se desarrollaron las más variadas modalidades de lucro en el huachicol. El llamado “señor de los cielos”, también fue el “señor del huachicol”.

Insisto, el gobernador Armenta frena a la débil oposición poblana a partir de un debate promovido por Marcos Castro y no así por el dirigente estatal Mario Riestra.

La estocada llegó la mañana de hoy, cuando el consejero nacional de Acción Nacional, Fernando Sarur, acusó a Riestra de tener una conducción del partido deficiente y excluyente. Misma que traería consecuencias electorales desastrosas en miras del proceso de 2027, de seguir Riestra al frente del PAN.

Remate:
Así como el PAN determinó cargarse discursiva e ideológicamente a la derecha, en miras de una reconexión con el electorado, el PRI –al menos en Puebla- podría apostar también por una renovación ideológica.

¿Habrá un fuego que prenda los recuerdos y anhelos de izquierda, que alguna vez pregonó el PRI? Veremos si la llama ideológica del Revolucionario Institucional, logra encender.

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