La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este viernes la posibilidad de que dos exintegrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) regresen a colaborar en la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, tras la solicitud directa de madres y padres de los estudiantes.
Durante la Mañanera del Pueblo, la mandataria explicó que el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Arturo Medina, será el responsable de establecer contacto con los especialistas Carlos Beristáin y Ángela Buitrago —dos de las figuras más reconocidas del GIEI— para conocer si están dispuestos a reincorporarse y bajo qué condiciones.
Sheinbaum reconoció que en el pasado existieron discrepancias con el grupo de expertos debido a restricciones operativas, pero subrayó que su gobierno busca reabrir el diálogo: “Estamos dispuestos a fortalecer la investigación con especialistas nacionales e internacionales, incluso de Naciones Unidas”.
La mandataria informó a las familias que en días recientes se han logrado detenciones “muy relevantes”, derivadas del análisis masivo de llamadas telefónicas realizadas la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014. Esta labor, encabezada por la Fiscalía de Investigación Científica, integra ahora cientos de miles de registros para reconstruir rutas, vínculos y responsabilidades.
Sheinbaum aseguró que algunos de los arrestos —más de diez en las últimas semanas— corresponden a actores de alto impacto relacionados con la desaparición de los normalistas. Sin embargo, precisó que los resultados serán anunciados oficialmente “en su momento”, una vez que asuma funciones el nuevo titular de la Fiscalía General de la República (FGR), con el fin de no entorpecer los procesos en curso.
Además del análisis tecnológico, la presidenta adelantó que se han identificado nuevos puntos de búsqueda en terreno, información que ya ha sido compartida directamente con los familiares de los 43 estudiantes.
También confirmó que existen conversaciones con organismos de Naciones Unidas para incorporar a otros especialistas en desaparición forzada, investigación científica y derechos humanos, siempre con el aval de las madres y padres.
Aunque reconoció que los progresos aún no alcanzan las expectativas de justicia, Sheinbaum afirmó que las investigaciones han avanzado más allá de lo que se había informado anteriormente, con nuevas líneas que combinan testimonios previos, análisis de carpetas y datos tecnológicos.
A más de once años de la desaparición, el caso Ayotzinapa continúa siendo uno de los expedientes más sensibles para el Estado mexicano. Para las familias, el eventual regreso de Beristáin y Buitrago representa una nueva oportunidad para fortalecer la investigación y acercarse, finalmente, a las respuestas que han exigido durante más de una década.
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