19 DE JUNIO, 2025. El régimen monárquico de Arabia Saudita, detentado por la Casa de Saúd, remató 7 años de calabozo con la ejecución judicial del periodista Turki al-Jasser.
La consumación de la pena capital contra el comunicador fue anunciada el pasado sábado 14 de junio por el Ministerio del Interior, que racionalizó que el castigo se había impuesto bajo cargos de «alta traición» y «conspirar contra la seguridad del Reino con individuos externos a él» . El método predominante de ejecución judicial en dicho reino es la decapitación ritual con espada.
La judicialización de Al-Jasser sobrevino a su identificación como propietario de una cuenta anónima de Twitter (hoy X), cuyas publicaciones mantenían una postura crítica, aderezada con un tono mordaz y desafiante ante ciertas políticas del gobierno saudí. Investigaciones internacionales demostraron que hubo al menos dos empleados de Twitter, entonces bajo la égida corporativa de Jack Dorsey, que ayudaron a la policía saudí a identificar a Al-Jasser.
Además, Al-Jasser mantenía un medio informativo formal llamado «La escena saudí«, cuya selección de tópicos incluía indicadores e historias sobre derechos de las mujeres en el Arabia Saudita, así como la situación del pueblo palestino.
Segunda ejecución periodística en Arabia Saudita que se filtra al mundo desde el caso de Jamal Kashoggi
Consorcios internacionales de comunicación y asociaciones de periodistas resaltan que ésta es la segunda ejecución de alto perfil que Arabia Saudita implementa contra comunicadores desde 2018, cuando el periodista saudí en el exilio Jamal Kashogghi fue privado de la vida por 15 agentes saudíes, convocados ex profeso por la diplomacia árabe. Kashoggi resultó brutalmente asesinado tras cruzar el umbral de la oficina consular que el Reino Saudí mantiene en Estambul, Turquía.
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Tras una investigación de 6 meses sobre el particular, la Relatoría de Naciones Unidas Especializada en Asesinatos Contra Periodistas, concluyó que la privación de la vida de Kassoghi fue una ejecución extrajudicial, autorizada por el entonces príncipe Mohammad Bin Salman, hoy Primer Ministro de Arabia Saudita. La conducta y políticas del príncipe heredero habían sido blanco de críticas formuladas por Kasshoghi en la columna semanal que mantenía en un prestigioso periódico estadounidense.
FOTOCOMPOSICIÓN DE EL CIUDADANO MEXICO CON IMÁGENES DE ARCHIVO
