El 21 de agosto de 2025, el Secretario General de la ONU, António Guterres, renovó su urgente llamado a un cese al fuego en Gaza. La petición llega mientras las fuerzas israelíes intensifican su actividad militar en la Ciudad de Gaza, forzando a los palestinos a huir de los intensos ataques aéreos, el bombardeo de artillería y los disparos. Y eso, en el caso de quienes se encuentran en posibilidades físicas de emprender la huida.
Por ello, Guterres insistió en la necesidad inmediata de la medida para evitar una “destrucción y muerte masivas”, una operación militar inevitablemente devastadora para los cerca de un millón de personas que aún viven en la ciudad.
El devastador costo humano de la ofensiva militar
Mientras tanto, fuerzas israelíes ya enfocan sus ataques en Jabaliya y Az Zaytoun (zonas de Gaza distantes de la Franja), reduciendo a escombros barrios enteros en una operación militar que produce una devastación urbana generalizada. Estas fuerzas son los punteros de la colosal operación militar por venir, «Los Carros de Gedeón B«, para la que el Ministerio de Defensa de Israel se encuentra reclutando a 60 activos, que conducirá a lo profundo de Palestina, gradualmente, hasta haber introducido más de 110 soldados a Gaza, listos para proceder con la supresión total del país, cuyo suelo pasará a considerarse jurisdicción territorial de Israel.
Informes de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) registran continuos ataques aéreos, bombardeos con drones y el uso de explosivos contra edificios residenciales. El asalto a la ciudad provoca la destrucción sistemática de viviendas, atrapando a las familias bajo los escombros y causando un desplazamiento masivo de la población hacia zonas de menor conflicto.
Disparos contra civiles palestinos cerca de Centros de Ayuda Humanitaria ha producido una multitud lisiada
La ofensiva agrava una catástrofe humanitaria. Los ataques cerca de los centros de ayuda provocan un aumento drástico en las muertes y las heridas, incluyendo amputaciones, para quienes intentan encontrar provisiones. Los equipos de la ONU documentan el aumento de la desnutrición aguda entre los niños a un 28.5% en la Ciudad de Gaza, un incremento de seis veces desde marzo de 2025. El testimonio de Ibrahim Abdel Nabi, un hombre que perdió parte de su pierna buscando comida, demuestra el riesgo extremo que los civiles asumen en una búsqueda por provisiones. El ACNUDH describe el acceso a la ayuda como una “búsqueda mortal”.
El cese al fuego es, por tanto, una necesidad ineludible. La urgencia del llamado de Guterres resuena con la devastadora realidad que viven los habitantes de Gaza.
FOTOGRAFÍA: ONU