CIUDAD DE PUEBLA, 11 DE AGOSTO DE 2025. En el estado de Puebla no existe un registro oficial de mujeres que han sido víctimas de violencia ácida, lo cual invisibiliza la lucha por justicia de aquellas que sufrieron una agresión de este tipo en Puebla y todo el país.
Esto lo dijo la activista Carmen Sánchez, quien declaró para El Ciudadano México que Puebla es uno de los estados con más casos de mujeres atacadas con sustancias químicas, sin embargo, muy poco se sabe de ellas.
Consideró que el registro de víctimas de violencia ácida es una de las deudas del estado con las víctimas, pues dijo que es importante que se les contabilice para poder darle visibilidad a todos los casos que existen.
«No tenemos un registro oficial, porque el estado nos debe eso, no hay un registro para saber cuántas son las mujeres atacadas con ácido, y esa es otra de nuestras luchas, que a través de cada uno de los estados podamos contabilizar cómo es que se vive esta violencia en cada estado y cuántas son las mujeres atacadas».
Una lucha invisible en el anonimato
La activista es presidenta de la Fundación Carmen Sánchez, la primera organización en México que da seguimiento y acompañamiento a mujeres que son atacadas con ácido.
Afirmó que desde esta Fundación tienen el reporte de únicamente seis víctimas en Puebla durante los últimos 30 años, no obstante, estimó que la cifra podría ser mayor.
Detalló en ese sentido que hay casos que no se dan a conocer porque quienes sufren estos ataques deciden refugiarse en el anonimato, por miedo a la revictimización, además de que sus agresores continúan en libertad.
Indicó además que este es uno de los motivos por los que las mujeres atacadas bajo esta modalidad deciden no denunciar, lo cual, opinó también es culpa de la Fiscalía General del Estado, que decide reconocer sus agresiones como una agresión simple y no violencia física o familiar.
Destacó que murales dedicados hacia víctimas de violencia ácida, como el que existe sobre el bulevar 5 de Mayo, a la altura de la calle 2 Oriente, son importantes para las víctimas, pues amplifica sus casos.
FOTOGRAFÍA: DANIEL JIMÉNEZ